lunes, 11 de junio de 2007

SIERVOS DE MARIA

Maria, presente en la historia. La Madre de Jesús, nuestro hermano, es también Madre de la Humanidad, Madre de la Iglesia, Madre de todos. Ella interviene amorosamente, como un apóstol más, para mostrarnos el camino a Jesús. A su dulce consuelo y su elocuente entrega, a su ejemplo de humildad, de servicio, de tolerancia, de generosidad, de impresionante valentía, de sereno proceder, de dulce abrazo y de diáfana mirada, en la que se reflejan los cristalinas aguas de la creación de Dios, a todo su ser, nos entregamos como sus siervos, para que ella sepa que los apóstoles de hoy, la acompañamos como en Pentecostés, para unirnos y estrecharnos en un amor fraternal y en esa fuerza espiritual que nos da su humilde condición, fortalecernos el alma para cantar a los cuatro vientos la Buena Nueva, para anunciar el Santo Evangelio, haciéndonos sus siervos pequeños, en la grandeza de servir a su causa, la causa de Dios, la del Espíritu Santo, la del mismo Jesús.

"¡No se asusten! Ustedes que buscan a Jesús Nazareno, el que fue crucificado, Resucitó; no esta aquí", y es la madrugada de la resurrección, es el amanecer de la esperanza, es el crepúsculo de la nueva historia, es el Alfa y el Omega, es el primer motivo del amanecer, el primer trinar de pajaritos, es el viento matinal que mece las copas de los árboles, es el despertar de un sueño injusto de aquellos que le vieron sucumbir en el madero, es la antesala del Pentecostés anunciado, es la vida que comienza a latir en las entrañas profundas de corazón del hombre, y nosotros, los siervos, abrazamos a la Madre en un acto de amor inconmensurable, para sentirnos uno junto a ella, para decirle que ha terminado la espera, y que en este nuevo ciclo de la vida que comienza, estaremos por los Siglos de los Siglos, luchando junto a ella, para cambiar el alma de los corazones de roble, para hacer sensibles a los hombres rudos, para ayudarlos a descubrir la luz intensa que se anida en sus almas y decirles que Cristo les llama en cada instante, en cada esquina, en cada circunstancia, en cada corazón de Madre, como el de la Inmaculada, que esta presente en el pasado presente y futuro, y que nos exige preparar nuestras maletas para el viaje a la eternidad de su morada.

Madrugada y "madrugadores", esperanzados en el devenir de cada mañana, nos sorprenda el Señor en alabanzas, en su misma hora de resucitado. Nos sorprenda cantando salmos a su Gloria, compartiendo su mesa Eucarística y estrechándonos como hermanos junto a su Madre María, aguardando jubilosos y despiertos su segunda venida.





2 comentarios:

Unknown dijo...

Queridos Hermanos MAdrugadores de Antofagasta... Bienvenidos al ciber-encuentro. Que alegría saber de ustedes, como funcionan y lo bien que expresan esta Corriente de Vida con el anhelo de seguir conquistando nuevos corazones para el Señor y nuestra MTA.
Vemos que el PAdre Jaime Salazar comparte con ustedes. Lo que es el Padre José se fue desde acá sin poder sacarle una madrugada, ojalá ustedes rompan ese record. Lo que si nunca se perdía el partido de futbol semanal...

Les invitamos a revisar nuestra página www.madrugaenlospinos.blogspot.com

Nos alegramos poder encontrarlos en esta página y agradecemos a Claudio es como pulga en la oreja y la sigue hasta que la consigue...

Un Abrazo Fraterno
MAdrugadores de Los Pinos

Misionero de María dijo...

Gracias Rodrigo: Conoces bien a Claudio,¡Aguja!. Saludaremos con cariño a nuestro querido "Capellán", (de cariño) Padre Jaime Salazar y al padre José, al que parece que tendremos que invitarlo a una "Pichanga" a las seis de la mañana de 20 x lado, a ver si se "anima" a madrugar con nosotros. En todo caso esta en el pre calientamiento.