Madrugada y Rosario del Alba del
sábado 26 de Noviembre de 2022
Cada vez que participamos en estas instancias
de oración y grato encuentro con la comunidad del Santuario de Shoenstatt “Cenáculo Puerta del Cielo” ,
sentimos que las Madrugadas se hacen realmente gratificantes, con la gran
presencia de las personas, matrimonios y
peregrinos, que desean acompañar a la Mater en éste, el ”Mes
consagrado a su Gloria”, y que nos regalan estas hermosas imágenes de
personas alegres, a las cuales les unen tantas
buenas intenciones y deseos de
cambiar el mundo y a nosotros mismos, a
través de la oración y el encuentro fraternal, amistoso y lleno de compromiso de
fe.
Como “Madrugadores” hoy nos tocó
guiar y animar el “Rosario del Alba” y la Santa Misa oficiada por el joven sacerdote
Marcelo Valdivia, un nuevo apóstol y servidor que tiene, entre muchas virtudes personales,
una gran característica: Su humildad y voluntad de servir, y acompañado de la
experiencia, espiritualidad y generoso
canto y encanto que le da Alex y su hijo en la interpretaciones de “Adviento”,
y para sorpresa nuestra, con el estridente y
a ratos desacompasado bombo, que nos dejó rezando el Padrenuestro con un
poco de nervios, pero que entendimos que es una “primera vez”, por lo que todo
error se perdona, aunque se dibujaron
sonrisas de inquietud cuando el “tarro” del bombo irrumpía la espiritualidad,
serenidad y oración, con sus sonidos secos y opacos como la “caja” de una “Banda
de Guerra”, observando también al
esforzado “bombero”, tratar de hacer su
trabajo con mucha dedicación, por cierto primerizo en las lides musicales, con mucho nerviosismo, voluntad y sin
faltarle nunca los sanos deseos de hacerlo bien, asumiendo con sentido de humor los sanos
consejos, ya conversados y en el futuro,
no cabe dudas, que el querido amigo “Chepo”, se entrenará en casa con una caja
de cartón, para aprender armonía, ritmo y compás.
Afortunadamente al “Chepo”, le sobra
entusiasmo, personalidad y deseo de hacerlo con tanto amor para la Mater, que
nosotros, por amor a María, y para no opacar su voluntad genial, nos volvimos
sordos, ciegos y mudos, en bien de su primer y espectacular debut. (Bromas
cariñosas). El Padre Marcelo le echó el “ojo”, para llevárselo a su Parroquia…
(No es chiste).
No me referiré al intento de Germán de tocar
las campanitas, o barras sonoras “con el
dedo”…Así no funciona, tiene que tener un madero o baqueta para que las campanas “suenen”…(Quizás
fue el “silencio” de las campanas.)
Bueno esas cosas son propias de
nuestra mística de Madrugadores y solo son entendidas y apreciadas por
nosotros, que nos queremos como hermanos.
Siguiendo con el reporte de la
Madrugada, la Rama de “Familia”, con
Nelson y Alejandra a la cabeza, tuvo a cargo el Desayuno, y cuando
pensábamos que seriamos muy pocos los asistentes como ha sido la tónica de las
últimas semanas, de verdad nos sorprendimos
de la cantidad de asistentes: se duplicó nuestra apreciación y como en la “multiplicación de los panes”, todo
alcanzó sobriamente y hasta sobró en este hermoso compartir y sencillo desayuno, que es una instancia
hermosa de paz, tranquilidad y recogimiento que nos regala amistad, conversación,
bromas, alegrías, y también la ocasión
de “ESCUCHAR” a tantos hermanos que en medio del bullicio, están muy solos y se
desesperan en la tormenta personal que viven.
Debemos ser solidarios y extender
nuestras manos y voluntad, a esos corazones que sufren y en su tormenta personal
se desesperan, derivado del no tener
que compartir, o no poder expresar sus tristezas o alegrías. Debemos siempre
acercarnos y estar presentes, con una llamada de teléfono, un mensaje, un apoyo
sincero de palabras. Ellas a veces alivian
las pesadas cargas de la soledad y el sufrimiento. Una voz y una mano amiga, expresada y tendida con cariño ayudan mucho a quienes por
cualquier circunstancia necesitan de nuestro apoyo y compañía..
Los caminos de la conversión, la fe,
la confianza en María como nuestra Madre, nos llevan a veces en la desesperación,
a alejarnos sin ninguna razón, pero
nosotros, “Hijos de Maria”, debemos ser su voz, su manto protector, su proyección para estar allí con nuestros
hermanos que sufren, y que requieren de
tanto amor y dulce compañía.
Bueno, las imágenes lo dicen todo. Más
que las palabra fue una vez más una grata y hermosa ocasión compartir lo que
nos reúne con mayor entusiasmo en este tiempo: la compañía de María celebrada por
nosotros en su mes, y sentirnos agradecidos que sacerdotes, jóvenes y llenos de
vitalidad, no duden en acompañarnos y guiarnos en los caminos del Señor, como leales
apóstoles de Jesucristo. Gracias Padre Marcelo, y gracias a todos los que se
esfuerzan por estar allí.
Un abrazo fraterno.
INICIO ROSARIO EN PLAZA DE LOS PEREGRINOS
