No sé si el dividir las fuerzas entre el Santuario y la Capilla habrá sido positivo. Por un lado, sin duda que la presencia de Madrugadores en ambos extremos de la ciudad produce un efecto de abrazo matutino entre los dos extremos, acercándonos unos a otros y orando mutuamente por esa otra mitad que no vemos, pero que sabemos que está allí. Lo que era en un principio una sencilla visita de intercambio, sin la idea de fundar otra comunidad ni menos dividir las fuerzas, porque eso no estuvo nunca en los planes de nuestro acercamiento, se ha producido una situación especial, la que nos permite, como decía, abrazarnos en la distancia, pero perdiendo esa esencia del contacto de nuestra hermandad frente a nuestra María Santísima, la que nos acoge con su mismo e invariable amor en ambos frentes, por decir lo menos, pero que también nos estrecha en un apretón de cariño con todos los Madrugadores de Chile y también los del mundo. O sea que en realidad, perder un poco de fuerza, es lo de menos, lo que importa al final de cuentas es que vamos creciendo indistintamente en ambas agrupaciones sin perder la espiritualidad de lo que somos y que nacidos al alero de Shoenstatt, mantengamos ese vínculo permanente de crecimiento y autoeducación con nuestra mejor educadora: María.
Así que estas líneas, las inicio con esta reflexión, pensando que siempre es positivo alcanzar comenzar nuevos cambios, es importante ir cambiando para mejorar y este cambio nos afecta en lo sentimental por la ausencia de los que no vienen, pero se acrecienta por que sabemos que están allá unidos por el mismo espíritu de oración y gratitud a que nos convoca cada quince días, nuestra Madre Celestial.
El sábado celebramos la fiesta del domingo, la Natividad de María, una hermosa fiesta religiosa en la cual nuestro querido capellán Hugo Cuevas, nos permitió como tantas veces, reflexionar en la importancia de María en la vida cristiana, y mirándola a ella como lo que es: La Madre de Jesús y nuestra educadora permanente en la fe.
Una madrugada reducida de fieles, pero también felices por la llegada de un nuevo hermano Madrugador, a quien acogemos y recibimos con mucho cariño y entusiasmo. Nos referimos a Wilson Martínez Alvarez y su hijo, otro joven madrugador de nuestras huestes, Diego Martínez Rosas, con quienes compartimos nuestra oración, la Santa Eucaristía y la humildad y sencillez de nuestro sencillo desayuno.
La "ceremonia" de bautizo la conocen y compartimos como siempre, extrañando la ausencia de Alejandro, que se encuentra en Santiago, Polo, y Julio que se fueron a la Capilla Militar, Carlitos Vásquez de viaje, David Finch, nuestros madrugadores de la Fuerza Aérea, Pedrito Osses que se encuentra trabajando en Santiago y que nos llamó para "recordarnos" el día anterior (De hecho si Pedrito no avisa, en realidad no habría llegado, tenia una total confusión de las fechas, pero ya estamos nuevamente "a caballo" por la senda.) Un cariñoso saludo a los que no pudieron asistir pero que estuvieron en nuestra mente y oración.
Un saludo cariñoso a todos, en este mes de Septiembre, en que no han faltado las cuecas, la triste violencia previa al 11, (hoy es 10, no sabemos qué ocurre mañana) pero orando por la paz de nuestro pueblo, merecemos una patria en que dejemos los odios y surja el perdón sin condiciones, con el respetuoso recuerdo de quienes cayeron, de ambos bandos y de quienes creyeron o empujaron esta situaciones muy alejadas de la vida cristiana, en la cual todos tenemos una gran responsabilidad. Nuestra misión debe ser de perdón incondicional, de hermandad, de oración por todos y de entender que lo pasado, es eso, y como en los hogares se producen grandes divisiones, es ya tiempo prudente para unirnos frente al dolor y la desgracia y frente a quienes lideraron también una situación que también les pudo costar la vida. Debemos ser imparciales en absoluto, pero hermanados en los valores cristianos, es la única forma que podamos avanzar algún día al camino de la verdad, la justicia y sobretodo la reconciliación.
Un abrazo a todos queridos hermanos Madrugadores Feliz Septiembre, el Mes de la Patria, del amor, de la alegría, de los sueños. El mes también del conflicto con la Haya. Oración por que los resultados de la Corte Internacional no alteren nuestra paz, más aun cuando esta semana hemos estado orando por la paz de Siria y cerca de nosotros también ronda el fantasma de la guerra, que no es una utopía es una realidad que siempre esta vigente y latente en las ambiciones y corazones humanos.
Paz y bien a todos.
Un abrazo a todos,.
