domingo, 12 de julio de 2020

"CHUFINGA"

Un abrazo al cielo, estimado amigo…

 La tierra celebra hoy,  la entrada de Jesùs a Jerusalèn. Los cantos del ¡Hossana al Rey de los cielos!, se  irrumpe entre la alegre algarabía de la gente que quiere demostrar su cariño al Señor, y alza sus ramas y coloca a los pies  del nazareno su amor, su bondad y su alegría por su llegada. Èl es el líder del amor, el que les ayudarà a encontrar a ese Rey que tanto buscan,  desconociendo que su reinado no es  de esta  latitud terrenal, sino de esa  celestial morada, donde las flores son suspiros, donde el aire es dorado, donde los cerros son azules, y donde solo crecen los jardines del buen fruto del sincero amor.…

Pero hoy también, en nuestros corazones de soldados, sentimos también en el alma, que hay en estos momentos otro  estado, de otra latitud, de otra esencia  en un lugar al que llamamos  Cielo,  y que está conformado por las almas buenas de la tierra, que junto al Padre Dios, y  con el rostro alegre de Jesús, también levantan palmas de alegría, palmas de emoción y agradecimientos por uno  de los nuestros, que  ingresa hoy por esos caminos del Jerusalén celestial,  a esa eterna felicidad que se nos ha prometido y que llamamos la “Vida Eterna” donde hoy reciben con los brazos abiertos, a un hombre humilde y servicial, que pasò entre nosotros “haciendo el bien”, con todas sus debilidades y fortalezas propias del humano, pero que fue venciendo poco  a poco los obstáculos de la vida, y llegando a ese estado de madurez  en que se descubre que nada es màs importante que vivir para un Dios que nunca vimos, pero que sabemos que está con nosotros desde siempre.

Y en ese tronar de trompetas al viento, en esos clarines de las bandas celestiales,  se agrupan también sonrientes, esos hombres que entregaron todo por los demás a través de su trabajo y vocación y sobretodo, en sus tareas   en la primera iglesia fundamental del hombre: La familia y el hogar.

Por eso que las bandas celestiales y todos los que partieron antes, se abren hoy con inmensa alegría, puesto que reciben a nuestro amigo y camarada Alejandro, que inicia justo hoy su entrada   al cielo, cuando nosotros en estamos celebrando  el inicio de la  Semana Santa, con la llegada del Maestro, y en el cielo, otra semana eternamente Santa, con la llegada de nuestro amigo y camarada.

¡¡Qué manera de jugar Dios con nuestros destinos!!

SI no hace ni dos días estábamos conectados en una tarea en conjunto de oración, y el discípulo de Cristo, Alejandro, llevaba la dirección, por decir lo menos, y nos invitaba a las 22 horas a orar. Asimismo en esa misma red, a las 22 del  día siguiente, nos llamaba nuevamente a  agradecer a Dios por el favor que nos concedía de devolver la salud a otro buen hombre camarada nuestro.

Pero a esa hora, Dios decidió que  Alejandro no estuviera con nosotros.

 Se fue directo a agradecer al cielo, y  entró hoy triunfante, con  los Hossana de Alegrías , con las Palmas del Nazareno, para ser recibido con gratitud celestial por el propio Padre, y que es también Padre Nuestro.

En  por eso que invocamos a Dios todopoderoso, para que en esa oración que hacemos en esta última mañana de tenerlo espiritualmente en la tierra con nosotros,  en esa  dificil y dolorosa circunstancia para su familia,  pedir al Señor que fortalezca nuestras esperanzas, y que nos llene de paz, que  si bien ha sido dolorosa y abrupta su partida, así es Dios con nosotros, El decide los caminos, y él sabe solamente el día y la hora.

Unidos más que nunca en ese sentimiento de hombres de armas, que aparentemente no lloran, pero que dentro del corazón si sienten las copiosas lágrimas de la tristeza,  nos unimos a su familia, y entonando nuestro del  Regimiento… ”Esmeralda en Honor a tus huestes”, despidamos al soldado eterno, al buen amigo, al servidor de Dios y al Padre y esposo ejemplar, que se quedará enredado en nuestros corazones y lindos recuerdos, pero que nos mirará con su  bondad  a flor de labios, desde ese cielo, donde quisiéramos ser merecedores alguna tarde para compartir otra vez con nuestro hermano, soldado y amigo y quizás allí cantemos juntos todos en un mismo coro:

YO TENIA UN CAMARADA, OTRO IGUAL NO ENCONTRARÉ…….

Descanse en paz estimado amigo de todos los “Esmeraldinos” de Siempre.


FOTO CON HISTORIA


Sábado 27 de junio 2020… 
 No es nada de fácil desprenderse en la red de una foto tan interesante como èsta, pero tiene su historia y el original me lo entregó el Sr. SOTO, que tenia un taller de bicicletas en Calle 14 de Febrero con Uribe u Orella... (creo).. El tema es que una vez conversando con él por el arreglo de una bicicleta de mi hija, y viendo que yo estaba vestido de soldado, entramos en esa agradable conversación de conocer anécdotas de su vida, entre las que se destacaban sus acciones como gran deportista local, y que nuestras generaciones no lograron conocer, pero seguramente muchos antofagastinos saben mucho de sus grandes logros deportivos. Por allí me mostró una foto deportiva en la cordillera plenamente nevada, y dentro de sus fotos estaba èsta. Yo como soldado "Esmeraldino", le dije: "Pero esa foto es del "Esmeralda"...- Precisamente - me dijo. -Es de aproximadamente 1928, y la Avenida Brasil en ese entonces, era una cancha de carreras de caballos....Hablamos largo rato, y le dije si me permitía copiar esa foto, y me dijo: Si puede sacarle una copia, "se la regalo"....Pero con la condición que cada vez que la difunda señale que es mi foto... Sin duda quedé tremendamente agradecido y con mi amigo Víctor Erices Araya, sacamos unas copias medianas y un par de copias gigantes, que dejamos en el museo y le llevamos un gran retrato de una de éstas al Sr. Soto. Por esas cosas de la vida, al tiempo después, el diario "El Mercurio" de Antofagasta, publicó una serie de fotografías históricas de la ciudad, y en la búsqueda de aquellos documentos fotográficos antiguos, visitaron nuestro pequeño museo, donde vieron la gran foto en exhibición y que fue una foto que se enmarcaba para regalos de visitas importantes siempre donadas por mi amigo Erices). Por supuesto que el interés del periodista a cargo de esa serie de publicaciones, fue de inmediato reproducirla. Les presté la pequeña foto (quizás era de aquellas sacadas en máquina de cajón, sólo lo supongo), y sacaron la copia, pero con la clara exigencia, y única condición que publicaran en el pie de foto que ésta era de propiedad del Sr. Soto, lo cual quedó graficado en la posterior publicación de dicho documento. Por esos cambios y esas cosas del movimiento del museo, me quedé con una copia de la foto original, y si bien conservo este archivo digital, afortunadamente hoy, con las tecnologías digitales, se pueden fácilmente reproducir...Sin embargo, debo ser claro, si alguien va a publicar o hacerse el "simpàtico" con esta foto, debe señalar por un principio de honestidad y ètica en el "crédito" respectivo, la propiedad de èsta que corresponde al Señor Rodolfo Soto que generosamente nos la entregó desinteresadamente, como salvaguardando un poco la historia de nuestro querido Regimiento "Esmeralda" y que con mi amigo Erices, quisimos perpetuar en el Museo del "Esmeralda". Si la van a compartir, debe ser con esta nota histórica, para que nadie se atribuya propiedad ajena.