martes, 30 de mayo de 2023

TRASLADO DEL ALTAR

 Con motivo del cambio del Altar realizado en la reciente Misa del Jubileo de los 30 años del Santuario,  y dada la necesidad de conservar ese bien patrimonial, que  por más de una veintena de años ha servido a la Consagración del Pan y el Vino en el salón Santa Teresita, se pidió la autorización necesaria para guardarlo y utilizarlo  en las Misas que pudieran realizarse al  "aire libre", sobre todo en las celebraciones del 16 de Julio o Agosto, según el caso, para evitar   trajinar con el nuevo Altar, y darle vida útil a este bien del Santuario que aún puede ser utilizado.

    El día Jueves 25 de Mayo, concurrí personalmente a cumplir este compromiso adquirido frente a la "Pastoral del Santuario", a fin de guardar y trasladar este Altar al sector de la  Ermita,   donde será guardado en una de sus salas.

    Lamentablemente el gran tamaño y  PESO, no fue posible cumplir esa tarea, por lo cual, el día Sábado, despues de la Madrugada con un grupo de hermanos Madrugadores, trasladamos finalmente el altar a la ermita y no fue para nada "fácil", muchas manos lo llevamos y  el gran peso nos  mantuvo  en un gran esfuerzo. 

     Se recomienda a quienes alguna vez ocupen el Altar,    deben entrar o salir con el  el altar puesto   hacia lo alto, (es decir en forma VERTICAL. Es la única forma que pueda pasar a través de la puerta  con el respectivo giro al interior, donde quedó definitivamente guardado.

INTENTO DE TRASLADO EN VEHÍCULO



SÁBADO DESPUÉS DE LA MADRUGADA












(LOS QUE HICIERON "FUERZA")

ARREGLO FINAL

Durante la mañana de hoy martes 20 de Mayo,  concurrí a limpiar los restos del fogón  que quedaron de la Vigilia, lo cual ya había sido  ejecutado por Carolina, la dama que cuida el Santuario. Así que dediqué mis esfuerzos en arreglar la chapa de las puertas, cambiar pestillo y poner aldaba con candado, y  pulir las puertas por abajo con galletero, para un desplazamiento más holgado,   pues estaba la madera hinchada y  se trancaba. Arreglé de la mejor forma el lugar, al cual le hace falta una buena mano de pintura, y  puse el Altar definitivamente bien guardado, con mantel hecho especialmente para su protección y cubierto para caso de lluvia con un plástico  de desecho que aun puede ser útil.

FOTOS GENERALES DE LA ACCIÓN





























 

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VIGILIA DE PENTECOSTÉS

    


 No pretendo hacer una gran nota referida a esta importante fiesta católica, inicio de nuestra Iglesia,  a 50 días de la Resurrección del Señor,  y en un momento crucial en la historia de nuestra fe,  en que los Apóstoles ocultos, temerosos,  llenos de inquietudes y dudas,  se encontraban con la Santa Virgen María, en ese lugar santo  cuando  sopló ese viento fuerte y vigoroso, y  se les apareció el Señor, trayendo sobre sus cabezas las lenguas de fuego y dejando en ellos para siempre  el Espíritu Santo.

La narración del Evangelio de Juan 20, 19 - 23 nos dice:

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. 

Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. 

Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”. 


PALABRAS DEL SANTO PADRE

Vayamos, pues, al comienzo de la Iglesia, al día de Pentecostés. Y fijémonos en los Apóstoles (…) Todos eran diferentes. Jesús no los había cambiado, no los había uniformado y convertido en ejemplares producidos en serie. No. Había dejado sus diferencias y, ahora, ungiéndolos con el Espíritu Santo, los une. La unión —la unión de la diversidad— se realiza con la unción. En Pentecostés los Apóstoles comprendieron la fuerza unificadora del Espíritu. La vieron con sus propios ojos cuando todos, aun hablando lenguas diferentes, formaron un solo pueblo: el pueblo de Dios, plasmado por el Espíritu, que entreteje la unidad con nuestra diversidad, y da armonía porque en el Espíritu hay armonía. Él es armonía (…) El mundo nos ve de derechas y de izquierdas, de esta o de aquella ideología; el Espíritu nos ve del Padre y de Jesús. El mundo ve conservadores y progresistas; el Espíritu ve hijos de Dios. La mirada mundana ve estructuras que hay que hacer más eficientes; la mirada espiritual ve hermanos y hermanas mendigos de misericordia. El Espíritu nos ama y conoce el lugar que cada uno tiene en el conjunto: para Él no somos confeti llevado por el viento, sino teselas irremplazables de su mosaico. (Homilía de la Solemnidad de Pentecostés, 31 mayo 2020)

Como pueden ver, este Evangelio y esta Fiesta de Pentecostés, nos encuentra como en todo momento de la historia, un tanto dispersos por nuestros egoísmos,  separados por nuestras ideas,  confrontándonos en un mundo que no es el nuestro, nosotros no debemos involucrarnos en lo mundano,  debemos vivir nuestra fe  en Jesús y a la manera de Jesús, por ello es que  en este llamado de Unidad, de vivir juntos el Evangelio y hacer de él nuestra vida, debemos seguir como siempre buscando los esfuerzos para  unirnos y reunirnos como  apóstoles creyentes y llenos de fe en que el Señor nos regalará su Espíritu Santo para seguir su obra en medio de la ruidosa sociedad en que vivimos hoy y que nos  empuja a vivir  sin Dios ni ley, y  nuestras debilidades humanas nos hacen caer  en contingencias que no son las que Cristo quiere y desea para nosotros, que somos su pueblo.
 

Reflexionemos en qué deseamos  hoy para nosotros, y para nuestra Iglesia, y seamos valientes en anunciar el "Reino"  en todo tiempo y circunstancia, alejado de los errores por no decir HORRORES de los pensamientos del hombre,  que solo buscan sus propios afanes y que no pretenden mejorar el mundo para todos sino solo para  los grupos  que les unen en ideas totalitarias y de control de la personas,  afectándonos a nuestra libertad, que nos ha sido dada por Dios y que es nuestro mejor regalo.


ACTIVIDADES REALIZADAS EN EL SANTUARIO SCHOENSTATT

CON MOTIVO DE LA "VIGILIA DE PENTECOSTÉS"


    Durante la presente semana se hicieron  los trabajos propios de la instancia "Pastoral del Santuario", para organizar  los momentos más importantes que corresponden a la "Vigilia de Pentecostés" y a la Santa Misa del Domingo 28, "Fiesta de Pentecostés", que en esta oportunidad correspondía a la "Campaña de la Virgen Peregrina" que está en receso, pues aun no se activa la nueva Coordinación. 

    El Jueves 25 de Mayo se  realizó el segundo encuentro de la recién activada "ADORACIÓN AL SANTISIMO",  suspendida por tiempos de Pandemia y otras situaciones que no detallaremos,  y desde ese momento  se hicieron las coordinaciones finales para la organización de la  jornada de reflexión, y de participación en la venida del "Espíritu Santo" efectuada a las 19 hrs. del día sábado 27 de Mayo de 2023.

    Ese mismo sábado, en la jornada de la mañana, se realizó la tradicional Madrugada con la participación  de los "Madrugadores" y la  celebración de la Santa Misa por parte del Padre Marcelo Valdivia.

    En esa Madrugada, ya nos vimos sorprendidos por los arreglos  efectuados al interior del Santuario por parte del Equipo de Pastoral,  liderados por Anita, Don José y María Teresa, que ornamentaron con  los "Dones del Espíritu Santo", el Santuario y también el Salón "Santa Teresita",  efectuando una brillante labor y una ambientación muy propia de esa celebración  tan propia de  la comunidad.

    La Vigilia en su  organización pastoral, consistió en una secuencia de lecturas de los Dones del Espíritu Santo, cantos reflexivos y  como signo fundamental el encendido de la fogata , con la llama sacada del Cirio Pascual, que ya en este último tiempo litúrgico, de los cincuenta días de Pentecostés ha permanecido encendido en todos los actos, pero que con la venida del Espíritu Santo,  nos obliga a nosotros mismos ser esa misma luz que es el Cristo que llevamos en nuestra vida para mostrarlo a los  demás con nuestro trabajo y actitud. 

    Momentos espirituales de gran alegría y cantos se vivieron en  el corolario final de la Vigilia y compartimos  al final, una chocolatada con  dulces tradicionales ("Calzones Rotos"), que generosamente trajo para compartir con  la Comunidad Guillermo Torres y su esposa.

    Para que queden testimonios gráficos de lo expresado, dejaremos en esta nota, fotografías varias, también compartidas en la red,  de las actividades realizadas para  que puedan servir de material de archivo para el próximo año, Dios mediante.


FOTOS DE LA MADRUGADA DEL 27 DEL MAYO



FOTOS VARIAS QUE QUEDAN DE ARCHIVO































































































FOTOS VARIAS DE LA VIGILIA, Y AFICHES DE ANUNCIO EN LAS REDES.









    GUION  DE DN. JOSÉ REYES PARA LA REFLEXIÓN DE LA VIGILIA

Vigilia de Pentecostés

Guía 1:  Hermanos y hermanas en Cristo, sean muy bienvenidos a la celebración de esta Vigilia de Pentecostés. Hace cincuenta días, celebramos la Pascua de Resurrección. Celebramos en “esta noche santa”, la Vigilia de Pentecostés, la presencia del Espíritu en la asamblea fraterna. Así como al inicio de la creación,  el Espíritu de Dios vuela sobre el caos, y en el diluvio el Espíritu inicia una nueva creación, así también Pentecostés es un acontecimiento cósmico y eclesial. Por consiguiente, es el inicio de la nueva creación, y la Iglesia es signo de esa creación.

Iniciemos esta celebración cantando: Dios Trino. (Canto)

Guía 2: Como en aquel tiempo, también hoy nos reunimos en nuestro Santuario Cenáculo “Puerta del Cielo”, junto con María, la madre de Jesús y madre nuestra para reconocer los signos de la Nueva creación en la sociedad y en la historia. El Espíritu Santo que recibieron los apóstoles es el mismo Espíritu que estuvo en el inicio de la creación, en la liberación de Egipto, en el nacimiento de la Iglesia y que un día recibimos en nuestro bautismo, y es el mismo Espíritu que hoy Jesús Resucitado sigue derramando sobre nosotros, para animar nuestro caminar creyente y acompañarnos en un proceso de discernimiento que   nos conduzca hacia una participación renovada en la Iglesia.

 

Guía 1: En esta vigilia queremos dejar que el corazón se aquiete para conversar con el Señor de la vida, para encontrarnos con la Buena Nueva de Cristo Resucitado, que hoy se hace peregrino, y nos ilumina para discernir los Signos de los Tiempos y para descubrir la acción de Dios y las semillas del Reino presentes en la historia, en  los fenómenos emergentes, y en las búsquedas de diversos grupos humanos que claman justicia y reconocimiento.

Ministro: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

 

Dios, Padre de bondad, que has querido que celebráramos las fiestas pascuales durante cincuenta días, derrama sobre nosotros tu Espíritu de Amor como hiciste  en Pentecostés, para que seamos también nosotros testigos de la Resurrección de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor, que nos ha concedido el Espíritu Santo para discernir la renovación que nuestra Iglesia necesita.

Con un corazón alegre, convoquemos la presencia del Espíritu Santo, cantando…Espíritu Santo Ven…

 

Liturgia de la Palabra

Guía 2: Hacemos silencio en nuestro interior y acallamos los ruidos para escuchar la voz del Señor por intermedio de su Palabra. En el relato de Pentecostés se anuncia el inicio de una nueva creación de la cual Cristo resucitado es su primer signo y se reafirma la universalidad de la Iglesia, de su misión y el empeño de todos  para construir la unidad en Cristo. Nos disponemos a acoger la Palabra de Dios:

Lectura: Hecho de los Apóstoles (2,1.11)

 Ministro: Reflexión.

 

Guía 1: Acojamos como modelo el testimonio de María de Nazaret, oyente de la palabra, creyente cualificada, protagonista activa, testigo esperanzador de la acción liberadora de Dios sobre la humanidad entera. Su testimonio nos ayuda a discernir, actualizar y celebrar, a la espera de que este mismo Espíritu se manifieste entre nosotros hoy.

 

Lector 1: María, mujer de Fe: Quizá sea esta la clave para entender todo el misterio y la grandeza de la que fue la madre de Jesús. Decir al Espíritu, no una vez ni dos… sino siempre. Un permanente, renovado, comprometido y valiente.

Lector 2: María, mujer reflexiva y comprometida: Reflexiona para interiorizar, para llenar la mente y el corazón de todo lo que viene de Dios, de su presencia y  de su Palabra. Comprometida también para acompañar al pueblo de Dios en sus anhelos, sufrimientos y esperanzas más profundas.

Lector 3: María, mujer de la escucha: Escucha la voz del Espíritu, para aprender de  Él, para encontrar las respuestas a las interrogantes vitales, para saber el camino  de fidelidad a su Palabra, para saber decir, con toda el alma: “Hagan lo que Él les diga”.

Lector 4: María, mujer de esperanza: Esperanza porque confía en Él. Conoce y ama al Señor. Se apoya en sus promesas. Tanto, que salen de su corazón como un canto, con las ganas del que no puede callar lo mucho que conoce y ama al Señor: “Mi alma canta la grandeza del Señor, que hace proezas con su brazo: derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes…”.

 

 

 

Guía 2: Nos hemos encontrado con Cristo y con Él nos hemos reencontrado con nosotros mismos y con la comunidad de hermanos, juntos celebramos la acción del Espíritu en nuestra vida y juntos lo invocamos:

Creo que el Espíritu Santo es quien suscita y anima nuestra oración, para que sea “en espíritu y en verdad”, la oración de los hijos que se dirigen a Dios como a su Padre.

Creo que Él nos llena de su luz y su fuerza para que celebremos en profundidad los sacramentos, y los traduzcamos en una vida evangélica de fe y de apostolado misionero.

Creo que Él, a cuantos participamos en la Eucaristía, nos llena de su energía, de su novedad, de su vida.

Creo que Él es la suave y eficaz memoria que nos hace revivir día a día, la Pascua salvadora de Cristo en nuestra vida.

Creo que Él nos anima a ser testigos y misioneros del evangelio de Cristo en nuestra familia y en nuestra sociedad. Amén

 

Guía 1: El Espíritu Santo nos renueva constantemente y nos acompaña en el seguimiento de Cristo. Acogemos los Dones que el Espíritu nos regala para vivir  nuestra fe y nuestro compromiso en la Iglesia y la sociedad.

 

1.- DON DE SABIDURÍA

Ven, Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de Sabiduría y enciende en nosotros la llama de tu Amor.

Imploremos el DON DE SABIDURÍA, para conocer y gustar en todo momento las cosas de Dios, y así poder discernir hoy lo que estamos viviendo como Iglesia chilena.  “Ven, oh, Santo Espíritu”

 

 

 

 

 

 

2.- DON DE INTELIGENCIA

Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de la Inteligencia y           enciende en nosotros la llama de tu Amor.

Imploremos el DON DE INTELIGENCIA, que nos ayuda a conocer y promover alternativas creativas, en la búsqueda cotidiana de una Iglesia que quiere poner lo más importante en el centro: Cristo el Señor. “Ven, oh, Santo Espíritu”

 3.- DON DE CIENCIA

Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de Ciencia y enciende en nosotros la llama de tu Amor.

 Imploremos el DON DE CIENCIA, y así cambiar todo aquello que hoy ponga  en riesgo la integridad y la dignidad de cada persona, especialmente los más débiles y pequeños. “Ven, oh, Santo Espíritu”

4.- DON DE CONSEJO

Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de Consejo y enciende en nosotros la llama de tu Amor.

Imploremos el DON DE CONSEJO, para trabajar entre todos en generar  una cultura del cuidado, que impregne nuestras formas de relacionarnos, de rezar, de pensar, de vivir la autoridad; nuestras costumbres y lenguajes y nuestra relación con el poder y el dinero. Ven, oh, Santo Espíritu”

 

5.- DON DE FORTALEZA

Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de Fortaleza y enciende en nosotros la llama de tu Amor.

Imploremos el DON DE FORTALEZA, para ser valientes al enfrentar las dificultades, y a no tener miedo de ser los protagonistas de la transformación, que hoy se nos reclama como pueblo de Dios. “Ven, oh, Santo Espíritu”

 

 

 

 

 

 

6.- DON DE PIEDAD

Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de Piedad y enciende en nosotros la llama de tu Amor.

Imploremos el DON DE PIEDAD, para aprender a tratar con inmenso respeto a quienes nos rodean, a compadecernos de sus necesidades y a aprender de la piedad popular a entablar un nuevo tipo de relación, de escucha y de espiritualidad que exige respeto y no se presta a lecturas rápidas y simplistas, pues la piedad popular «refleja una sed de Dios que solamente los pobres de espíritu y los sencillos de corazón pueden conocer». “Ven, oh, Santo Espíritu”

 

7.-: DON DE TEMOR DE DIOS

Ven Espíritu Santo, llena nuestros corazones con el Espíritu de Temor de Dios y enciende en nosotros la llama de tu Amor.

Imploremos el DON DE TEMOR DE DIOS, que nos ayuda a no creernos perfectos, a no encubrir y disimular el mal que hacemos, sino que a poner en el centro al único que puede sanar las heridas y tiene un nombre: Jesús el Hijo de Dios. “Ven, oh, Santo Espíritu”

 

Ministro: Compartamos nuestros sentimientos de gratitud y alabanza confiando que   Él nos dará la gracia para renacer de nuevo. En unos minutos de oración en voz alta.    Decimos juntos:

“Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida //

 Creo en su soplo imperceptible, pero  lleno de fuerza,//

que nos estimula a crear comunión  con nuestros hermanos//

Creo que Él nos hizo renacer de las aguas del bautismo//

y nos constituyó hijo s de Dios y hermanos de Cristo Jesús.//

Creo que en la confirmación renovó la gracia de Pentecostés//

 fortalecidos con su unción, nos envió como miembros de un pueblo sacerdotal y profético//

a dar testimonio de Cristo en medio del mundo Amén//.”        

Canto: Espíritu de Dios

 

Guía 2: Es el Espíritu Santo, el que hace nuevas todas las cosas, el que infundió fe y valor a los

discípulos del  Señor, para que salieran a anunciar la Buena Nueva a todo el mundo. Que Él nos  

de fe y valor para poder ser  protagonistas de este necesario proceso Sinodal, de renovación  eclesial.

Después de cada oración cantamos: Ven Espíritu de santidad:

 

Guía 1: Ven, Espíritu Santo, manda tu luz desde el cielo, entra en  nuestros corazones y enriquécenos, que todo lo puedes. (Canto: Ven espíritu de Santidad)

 

Guía 2: Necesitamos tu luz, Espíritu divino. En medio de tantas dificultades. Cuando nuestras actitudes y nuestros proyectos no están animados por el Espíritu Santo, prescindimos de Dios y nuestras vidas quedan sin sentido. Tú que eres la luz, ayúdanos a vivir en tu presencia, a reconocerte en la historia, a ser coherentes con lo que profesamos. Ven y ayúdanos.  Padre amoroso del pobre, mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro. (Canto)

 

Guía 1: Queremos pedirte que nos envíes la luz de tu Espíritu para asumir que una Iglesia solidaria es capaz de comprender y conmoverse con las llagas de los que sufren, hacerlas suyas, sufrirlas, acompañarlas y buscar sanación

Canto: Ven Espíritu de santidad, ven Espíritu de luz, ven Espíritu de fuego, ven, abrázanos.

 

Guía 2: Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, fuente del mayor consuelo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

(Canto)

Guía 1: Muchas veces nos sentimos fatigados. Necesitados de tregua y descanso, de frescor en las horas de bochorno y de consuelo en nuestras penas. Ven y danos  tu paz, Espíritu Santo. Ayúdanos a vivir como pueblo de Dios, como pueblo de hermanos que consuela y enjuga las lágrimas de los que sufren. (Canto)

 

Guía 2: Señor, envía la fuerza de tu aliento para destruir en nosotros el poder del pecado, doma el espíritu indómito al extraviarnos, condúcenos de vuelta al sendero. (Canto)

 

Guía 1: Tú nos envías siempre tu aliento, pero nos distraemos y no nos dejamos llenar de tu gracia. Somos pecadores. De cabeza rebelde. Se nos tuerce fácilmente el camino. Ven y danos tu fuerza, para que nos convirtamos. Purifícanos de todo pecado, guíanos, corrígenos, para que nuestro corazón se deje transformar por ti. (Canto: Ven Espíritu de santidad,..)

 

Ministro: Señor, que has derramado tu espíritu a toda la creación y has dado a tu Iglesia el don del Espíritu Santo. Custodia en nosotros este Don, para que con la fuerza de tu Espíritu nos comprometamos a vivir un proceso de sinodalidad que nos ayude a establecer caminos de conversión y renovación personal y eclesial. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

 

Guía 2: Con la fiesta de Pentecostés, finaliza el tiempo pascual. El gesto de apagar el Cirio nos recuerda que el Resucitado ha dejado en nuestras manos la responsabilidad de continuar su misión liberadora. Ahora, en su nombre, nos toca a nosotros ser  luz en medio del mundo, impulsados por la fuerza de su Espíritu. Que, a través de nuestro compromiso, sepamos hacer un proceso de discernimiento profundo que  nos ayude a promover un proceso de renovación eclesial y personal. María nos  acompaña para esta Misión.

 

Ministro: Con el bautismo somos hijos de Dios y el Espíritu del Señor, nos ayuda a reconocernos como hermanos; los invitamos a ponerse de pie para que, constituidos como Pueblo de Dios, recemos la oración que Jesús mismo nos enseñó: Padre nuestro... Dios te salve María…

Ministro:   (Invita a ponerse de pie y disponerse para la bendición final)

El Dios creador de la luz que hoy ha iluminado los corazones de los discípulos derramando en ellos el Espíritu Santo, nos bendiga y nos conceda la gracia de vivir el proceso sinodal como aporte efectivo en la renovación de nuestra iglesia.  Amén

 

Ministro: Aquel fuego admirable que apareció sobre los discípulos purifique nuestros corazones  de todo mal y nos ilumine con su claridad.  Amén

 

Ministro: Y que el Espíritu Santo que congregó a los pueblos de diferentes lenguas en la  proclamación de una sola fe nos haga perseverar en esta misma fe, para llegar hací a la plenitud de la Vida Eterna.  Amén

 

Ministro: Unidos en un solo corazón pidamos la Bendición para nosotros y nuestras Familias

Y que la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Descienda sobre    nosotros.   Amén

 

Guía 1: Pentecostés nos ha impregnado de un nuevo vigor en nuestra vida cristiana, animados de esta experiencia misionera y del Espíritu que habita en cada uno de nosotros, salgamos a vivir el proceso de conversión y a comunicar el amor de la Buena Nueva de Jesús a nuestros hermanos.

 

(Motivar Salir hacia la Fogata y leer un Propósito Personal que se les entregará a la salida) 


CANCIONES DE LA VIGILIA

CANTO DIOS UNO Y TRINO

En el nombre del Padre

En el nombre del hijo

En el nombre del Santo Espíritu

Estamos aquí (bis)

 

Para alabar y agradecer

Bendecir y adorar

Estamos aquí Señor

A tu disposición (bis)

 

CANTO AL ESPIRITU SANTO

Espíritu Santo ven, ven,

Espíritu Santo ven, ven

Espíritu Santo ven, ven,

en el Nombre del Señor.

Acompáñame,

ilumíname toma mi vida,

acompáñame,

ilumíname Espíritu Santo ven.

Santifícame y transfórmame,

Tú cada día santifícame y

transfórmame

Espíritu Santo ven. ven (tres…)

En el Nombre del Señor.

 

ESPÍRITU DE DIOS

Espíritu de Dios, Llena mi vida

Llena mi alma, Llena mi ser. (bis)

Ven lléname, con tu presencia

(Lléname, lléname)

Con tu poder

(Lléname, lléname)

Con tu bondad (bis)

Si Dios no vive en mí,

Vivo sin calma, Vivo sin rumbo

Vivo sin luz. (bis)

Ven lléname, con tu presencia

(Lléname, lléname)

Con tu poder

 

 

(Lléname, lléname)

Con tu bondad,

 

Ven lléname con tu presencia

(Lléname, lléname)

Con tu poder

(Lléname, lléname)

Con tu bondad,

Ven lléname…

 

CANTO ESPIRITU DE SANTIDAD

Ven Espíritu de Santidad

Ven espíritu de luz,

Ven espíritu de fuego

Ven abrázanos.

 

CANTO EL MISIONERO

Señor toma mi vida nueva

antes de la espera

desgaste años en mi.

Estoy dispuesto a lo que quieras

no impoRta lo que sea

tu llámame a servir

 

Estribillo

 

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras

necesiten mi ganas de vivir

donde falte la esperanza

donde falte la alegría

simplemente por no saber de Ti…

 

Te doy mi corazón sincero

para gritar sin miedo

lo hermoso que es tu amor.

Señor tengo alma misionera

condúceme a la tierra

que tenga sed de Ti.

 

Estribillo

 

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras

necesiten mis ganas de vivir

donde falte la esperanza

donde falte la esperanza

donde  falte la alegría,

simplemente por no saber de Ti.

 

Y así, en marcha iré cantando

por pueblos predicando

tu grandeza señor.

Tendré mis manos sin cansancio

tu historia entre mis labios

y fuerza en la oración.

 

Estribillo

 

Llévame donde los hombres

necesiten tus palabras

necesiten mis ganas de vivir

donde falte la esperanza

donde falte la alegría

simplemente por no saber de Ti…

 

CANTO  ESPIRITU DE DIOS

// El espíritu de Dios está en este lugar

el Espíritu de Dios se mueve en este lugar

esta aquí para consolar

esta aquí para liberar

esta aquí para guiar el Espíritu de Dios está aquí//

 

//Muévete en mi... muévete en mi

toca mi mente y mi corazón

llena mi vida de tu amor

muévete en mi Dios Espíritu, muévete en mi//

 

Final:

Muévete en mi Dios Espíritu, muévete en mí.

 

 

 

CANTO MARIA DE LA ALIANZA

Qué silencio más delicado.

Amor del amor más escondido.

Eres, mujer, puerta del Cielo.

Tres colores adornan tu manto.

Bajan las cascadas de los árboles

que caen hasta del suelo

y llegan al santuario.

Quieres dar la mano y yo pedir la tuya,

no puedo estar sin ti, sin tu mirada pura.

Tu voz me llena el alma,

María de la Alianza, palabra hecha flor.

He cambiado todo mi canto

sólo para escuchar su brisa

Y no soy más que polvo en el camino

aunque no es polvo de tu olvido.

Quiero ser un puente hacia el Cielo,

hecho de barro y fuego,

que nace del santuario.

Quieres dar la mano y yo pedir la tuya,

no puedo estar sin ti, sin tu mirada pura.

Tu voz me llena el alma,

María de la Alianza, palabra hecha flor.

 

NADA TE TURBE

Nada te turbe, Nada te espante

Todo se pasa, Dios no se muda

La paciencia, Todo lo alcanza

El Que tiene a Dios Nada le falta

Solo Dios basta

Amén