MISA DE RESURRECCIÓN

No quiero dejar de escribir esta nota de la comunidad, porque mañana se me olvidarán las emociones vividas en este acto tan simple como lo fue la bendición del fuego, el acompañamiento de la luz de Cristo hacia el Santuario y la emotiva y larga liturgia vivida en este sábado 4 de abril, como culminación de la Semana Santa y en que hemos recibido con la mayor alegría la RESURRECCIÓN de Nuestro Señor. El PREGÓN PASCUAL, cantado en las hermosas voces de los hermanos "artistas", hijos de Don José, fueron la voz alegre que recibimos en la Vigilia al interior del templo, bajo las luces de nuestras velas y con profundo recogimiento y oración. Grandes detalles hacen de nuestra vivencia en esta ceremonia solemne, una hermosa experiencia espiritual, por que se nota la esencia del amor en todos los rincones, desde el hombre humilde que asea el salón, al detalle de los manteles y todo ese colorido que hacen de esta eucaristía la alegría más grande que recibimos como cristianos católicos. Un gran abrazo a todos en esta FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN, y el mensaje escueto y simple del sacerdote, evocando el fuego encendido en el Santuario, potente,luminoso, brillante, caluroso, con una fuerza increíble, consumiendo con el viento reinante esos leños que son también parte de la historia del Santuario, puesto que formaban parte de los renovados cierres perimetrales. El significado del fuego, que es la Luz de Cristo es claro y categórico: Es la forma en que debemos desde hoy asumir nuestro compromiso de cristianos, puesto que cada uno de nosotros debe ser una luz, y -como decía el sacerdote en su breve homilia-esto no requiere mayores comentarios, puesto que estamos obligados a encender esa luz del Señor en esta dormida y alejada o hasta crítica sociedad en que vivimos y estamos llamados a cumplir esa misión. Cada cual debe ser un candil sencillo, y en el anochecer del mundo de la fe, iluminar cada alma, haciendo una ciudad colorida e iluminada de corazones que sientan nuevamente ese encanto de seguir a Cristo, y de descubrir su verdad en los tiempos tan difíciles en que nos ha tocado vivir. Ojalá podamos cumplir esa tarea. Un nuevo desafío nos compromete en esta resurrección a seguir caminando pero sobretodo a entusiasmar y evangelizar con la "única biblia que leen los hombres de hoy, la que encarnamos nosotros con nuestro propio testimonio, amor y actitud"......Bien claro nos ha quedado la MISIÓN. Un abrazo de PASCUA DE RESURRECCIÓN.