Un nuevo año de Madrugadas

Iniciamos hoy, 14 de Enero, un nuevo ciclo anual de Madrugadas, con la esperanza cierta de pedir a Dios nos ayude en este ciclo incierto de vida que Èl nos ofrece de aquì al fin de año, sin saber què historias y cuales seràn sus designios "escritos" y firmados para cada uno de nosotros.
Nuestro deseo mutuo es compartir esta instancia espiritual de gratitud y de amor a Dios y su Santìsima Madre, para permitirnos un crecimiento mayor, para una mejor comprensiòn y maduraciòn interior de la vida espiritual de cada uno. Es la ocasiòn propicia para comenzar un nuevo ciclo de amistad entre nosotros, pero tambièn la oportunidad de fortalecernos en el amor de Dios para ser mejores cristianos.
Estamos todos llamados, son muchos los elegidos pero poco los escogidos, y aqui estamos, una vez màs, con nuestros dolores y temores,pero con las inmensas ansias de querernos màs y acrecentar el profundo amor a Dios, pidièndole fortalezas en nuestras debilidades, alegria en nuestras tristezas y humildad en aquello que nos atormenta o humilla.
Ahora vendrà un nuevo tiempo para crecer. Esperamos marchar juntos en esta nueva aventura, y compartir como siempre nuestra espiritualidad.
Hay muchos proyectos, pero nunca hay que abarcar mucho.Lo primero es confiar nuestra formaciòn interior con la ayuda de la Mater. Luego proyectar entre nosotros ese ferviente amor a Jesùs siendo buenos amigos y camaradas, mantener siempre el sentido del humor que es parte de la alegria de ser cristianos en busca de la Santidad. No hay Santo màs triste que un triste Santo.
Gracias por haber venido esta primera madrugada del año 2012, convocados por ese Espiritu Santo, el cual quisièrmos guiara siempre nuestros pasos por la vida, pero que a veces se ausenta y se aleja y nos deja desamparados sin lograr comprender todo aquello que nos ocuure y nos hace sufrir, o lo contrario,lo que nos alegra y hace feliz.
Gracias por este nuevo impulso a nuestros Diàconos, voluntariosos y comprometidos que nos acompañan en nuestro crecimiento y que a veces dan mucho màs de lo que deben y pueden. Pena por que la ausencia de sacerdotes comprometidos con la labor de evangelizaciòn es abismante y los que pueden servir, por exceso de actividades no lo hacen o -los menos-, por que no se comprometen. De allì la necesidad de hacer de la Evangelizacion una labor neta de laicos, en la ausencia de consagrados.
Un abrazo, y continuamos en la marcha hacia un año de consolidar muchos proyectos. No se olviden de la "Ayuda Fraterna", (vìveres no perecibles), de las cuotas mensuales, (las recalco por que no està el cobrador "Claudio), y lo mejor de todo animense a participar e invitar a màs hermanos que tanto necesitan la oportunidad de crecer y compartir la vida que se les ha regalado con el autor de todo lo creado: Dios.
Unas felices vacaciones para los que puedan y nosotros seguiremos todo el año, sin descanso en nuestras Madrugadas.