domingo, 25 de septiembre de 2022

ORACIÓN PÓR CHILE, EN EL SANTUARIO

 

Hoy ha sido un día de celebración importante en el Santuario: “LA ORACIÓN POR CHILE”, que es la que se celebra a nivel nacional, el último domingo del mes de Septiembre, y que la Iglesia local mantiene vigente a través de actos masivos de concurrencia  de los fieles,   y con  la  asistencia del personal consagrado, Sacerdotes y Diáconos presididos por nuestro Arzobispo, y laicos comprometidos,  Movimientos Católicos, juventud y  el  “pueblo” de Dios que se congrega y participa entusiasta en las procesiones organizadas para este efecto, y en las cuales los fieles acompañan en este homenaje  único a nuestra Santísima Madre María, en su advocación de  “VIRGEN DEL CARMEN, PATRONA Y GENERALA DE CHILE.”

Por fortuna y alegría para los que no pudimos asistir a esta procesión de homenaje y celebración de la Santa Misa, como lo más importante de este acto, contamos con la feliz presencia de algunos miembros del Movimiento en esa instancia  de la Iglesia local,  y que marcaron con su sello y característica alegría, una presencia importante en medio de las comunidades que concurrieron masivamente  a este  importante acto,  que nos debe llenar de orgullo, y reconocer  la voluntad de nuestro pueblo “Mariano” por excelencia y donde estamos plenamente involucrados como instrumentos de Evangelización.

En nuestro ámbito particular como “familia” y comunidad, vivimos  este día 25 de Septiembre de 2022, en forma extraordinaria,  lleno de emotividad y gratos encuentros, nuestra fiesta de oración por la patria en nuestro Santuario “Cenáculo Puerta del Cielo” , sumando a esta celebración  la grata asistencia de personas que se han acercado en este tiempo a engrosar las filas de fieles y que  habitan en los sectores aledaños  y participan fielmente de nuestras actividades, a las que sin duda, siempre serán todos bienvenidos y acogidos  con  lo mejor de nuestras voluntades y cariño.

En otro orden de ideas y detalles, y para alegría comunitaria y de gran satisfacción, la “renovación” de sus votos matrimoniales  de Nelson y Alejandra, (Jefes de Rama de Familia)  que tuvo el gusto de bendecir el Padre José Schaf y frente a la comunidad como testigos, dar ese toque primaveral de amor a una celebración tan familiar y personal, pero que contagia los aires de este hermoso  e inolvidable Septiembre  que ya nos  despide con su olor a flores, con su clima  agradable y soleado y con esa misma renovación  que nos trae vida. Al participar de este acto tan  personal pero comunitario, emociona oír ese “SI” de ambos, que es una actitud positiva de afirmación a la vida, al sagrado vínculo y al permanente acompañamiento   “en salud y enfermedad” y las promesas mutuas de seguir construyendo familia, lo que también nos llena de alegrías, pues vemos en ellos reflejados el sentir de  la vida matrimonial como un  regalo de Dios y un Sacramento  de gran impacto para la vida espiritual y familiar, como camino de dulces y amargos, pero siempre será el matrimonio ese regalo de Dios para construir en el amor la  familia.

     Se nos va septiembre, que  ha sido hermoso, particularmente lleno de esperanzas para nuestras vidas,  aun cuando hallamos enfrentado la dolorosa partida de nuestros seres queridos y conocidos muy ligados al Santuario, como lo  fue el caso de Vicky y lamentablemente esta semana María (“Tita”) Moraga de Yung, ambas alguna vez coordinadoras de la “Campaña de la Virgen Peregrina”,   y que nos han dejado con  las tristezas naturales de su irremplazable compañía, pero que entendemos que en el ciclo natural  de cada cual, alguna tarde tendremos todos que marchar,  siendo en realidad una verdad inevitable el tener que dejar todo y obligarnos a mantenernos siempre con las “lámparas encendidas”, y siempre alertas para ese  llamado inevitable de la “hermana” muerte, como decía San Francisco, y cumplir con ello  los designios de Dios, y que  a la luz de la fe, es solo una trascendencia que nos obliga a estar siempre preparados,

Amamos Septiembre, que llegó lleno de vida, de flores, de sueños y ya su  días se alejan llevándose en  el cabalgar de los días, todo sus encantos y dejándonos  sus mejores regalos;  un agradable clima, un sol que será mejor compañía, y una condición de vida distinta,   que nos hará vivir con alegrías y llenos de confianza  en los luminosos tributos de la  naturaleza que nos regala  el Maestro a través de la creación.

En el corolario de este recuerdo para el futuro, agradecer el trabajo de tantas personas que hacen de nuestra comunidad un lugar de acogida, en el que hay tanto que hacer, tanto que construir, tanto que sembrar y tanto que cosechar y que las manos a veces se hacen pocas pero no así las voluntades para  proyectar ese amor en la simpleza y sencillez de las cosas de Dios, que son tan sutiles y  delicadas, y que debemos descubrir en ellas todo ese amor que nos da el Padre amado,  y que compartido,  resulta ser un bálsamo qué refresca la sequedad de las almas de los que a veces caminamos  con un corazón más duro que el de los demás, pero que descubrimos las maravillas del amor de Dios en las personas.

Nombrar a cada uno sería injusto por  olvidar involuntariamente a otros. Pero  hay  testimonios que se palpan con solo mirar; El amor puesto en el arreglo del Altar, los  signos patrios  delicados con tul  tricolor y  una estrella que se alza al cielo y que nos muestra el rostro  luminoso de María como Madre de la Patria, la permanente voluntad de servir en los detalles que nos hacen  servidores  de la causa del Señor y  tantas situaciones difíciles de captar, pero que  son la obra de las manos cariñosos de quienes ejecutan en silencio  la sinfonía perfecta  que se canta con el corazón   descubriendo  en cada uno el inmenso amor de Dios y que puede ser  compartido y entregado desinteresadamente a los demás.

Agradecer la presencia del  coro que nos acompaña en estos actos  masivos  con un único compromiso de servir, como asimismo a quienes también sirven con  cariño en el ministerio del canto en cada domingo en las misas del Santuario, y todos esos matrimonios que se suman a  las celebraciones,  con sus hijos,  con su familia, y con todo lo que significa  dar para alegrar a otros.

Tanto que coordinar, tanto que ver, tanto que  solucionar, pero el Señor  da  la voluntad a las personas para   desprenderse de sus propias comodidades y tiempos personales, para  donarlos   como Capital de Gracias, que no solo es oración, sino ofrecimiento de todo lo que hacemos, y que logramos entregar desinteresadamente con el único objetivo de   hacer que brille en todos y para todos siempre la luz divina del Maestro, con la misma humildad que nos mira en su Santuario  su Santísima Madre, nuestro mejor ejemplo de vida,  y que nos lleva definitivamente en sus brazos al amor de Cristo, su Hijo.

“Con Cristo su Hijo. Nos bendiga siempre la Virgen Maria.“



















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