Un rato encuentro con un amigo y hermano del Santuario, que cantaba con nosotros y que nos acompañò en varias Madrugadas Edgard Roa, de Venezuela ya radicado hace 15 años en Chile y que estuvo un tiempo en el sur de nuestro pais.
Bueno, conversando nos encontramos en una catequesis, cosa importante para ellos como familia que bautizaràn pronto a una bebita de la familia.
Edgard es de los que alguna vez fueron al Santuario y sin necesidad que me dijera el porquè de su ausencia, surgiò el tema de los que se desencantan con las personas que hacen del Santuario un territorio personal y no de una comunidad que desea crecer con el mismo derecho y con la misma voluntad e interés de sentirse acogidos por Maria la Madre de Jesús, y la educadora por exelencia.
No entraré en mayores detalles, pero debemos preocuparnos de los hermanos que alguna vez buscan esa ACOGIDA no solo del Santuario sino de las personas, y nos damos cuenta que somos nosotros mismos los que le hacemos ingrata su estadía o paso por ese lugar Santo donde no logramos conectarnos como hermanos por nuestros propios egoísmos humanos.
Bienvenido nuevamente y esperamos nos acompañes en nuestras madrugadas y dejes en el olvido a aquellos que te hicieron año, todos hemos tenido esa experiencia de dolor, pero es nuestra naturaleza humana pecaminosa y no estamos exentos de caer en esa tentación del egoísmo y la vanidad que nos hace sentirnos dueños de una instancia espiritual que es absolutamente divina y a la que hemos sido llamados con defectos y virtudes. Ofrezco mis oraciones y respeto para ti y tu familia, y a los que nos hacen la vida difícil.
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