sábado, 3 de mayo de 2014

ASI ES LA VIDA DE UN SOLDADO DE CRISTO


Una gran congoja nos anuda el alma a nuestra familia de madrugadores de Antofagasta, cuando hoy participamos de la última madrugada con nuestro querido Capellán Padre Hugo Cuevas, quien por decisión del alto mando de la Fuerza Aérea debe asumir importantes funciones como Jefe de servicio Religioso de la Fuerza Aérea de Chile en la ciudad de Santiago, tarea que le corresponde por mantener dentro de la jerarquía miliar la segunda antigüedad militar, que lo hace asumir esta importante misión, la cual sabemos que cumplirá con lo mejor de su capacidad de mando y organización y sobretodo esa inmensa espiritualidad que lo hace ser un soldado disciplinado y resolutivo y sobretodo humilde y sencillo obediente y servidor, por lo que esta madrugada de despedida ha sido un encuentro de un recuerdo imborrable que quedará por muchos años en nosotros puesto que el Padre Hugo Cuevas nos acompañó con tanto amor y compromiso por casi más de tres años, participando y dirigiendo todas las madrugadas que tuvimos la grata oportunidad de compartir, recibiendo siempre su consejo pastoral y su sabiduría de hombre de Dios, puesto que siempre nos dio una buena señal de lo que significa ser cristianos, y servir en el lugar donde nos encontremos, otorgándonos una mística especial a nuestras madrugadas las cuales se tornaron un encuentro donde siempre estuvo presente lo más importante del poder que otorga la oración manteniendo s una postura de servicio permanente a todos y viviendo en forma personal esa humildad que lo caracteriza y lo hace ser un hombre integro al servicio de nuestra amada iglesia. Hoy nos reunimos con el mismo interés de siempre, compartir la Eucaristía, en nuestro amado Santuario de Antofagasta, pero además aglutinamos espíritu y cuerpo con nuestros hermanos madrugadores de la Capilla Militar, encabezados por el Padre Galo Morrison, quienes no quisieron estar ausentes en esta despedida pastoral a nuestro capellán. Tenemos mucho que decir, mucho que agradecer, y mucho que orar, en un día muy especial como lo fue hoy, por que también celebramos el Aniversario del Obispado Castrense de Chile, donde sirven en forma permanente nuestros capellanes militares, Nota aparte constituye las muestras de cariño de todos quienes asistieron, hacia nuestro curita militar, al cual le expresamos cada uno, los mejores deseos de éxito en sus nuevas funciones. Las fotos quedarán como siempre como testimonio de este momento. Agradecemos a quienes concurrieron a esta madrugada especial, a nuestros hermanos de la familia de Shoenstatt que no son madrugadores habituales pero que quisieron estar presentes,como asimismo a Mary Mora y Alejandra que tuvieron la gentileza de manifestarle sus agradecimientos personales de la familia de Antofagasta y hacerle entrega de un significativo recuerdo de nuestra Mater a nuestro capellán. El desayuno de amistad de siempre, improvisado, porque el espacio se hizo pequeño lo que nos obligó a sacar las reservas de mesas, manteles, y en raudas carreras comprar más pan y entregar una gota de sudor y sacrificio agradable y anónimo de los que siempre trabajan con cariño en estas tareas y que no nombro por que todos sabemos quienes son. Saludar también a dos nuevos madrugadores que vinieron de la capilla militar y cerrar con un hasta siempre Padre Hugo, habiéndole expresado todos nuestros sentimientos personales y de comunidad en este inolvidable día el que quedará grabado en nuestro corazones.

























































 
 

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