Somos humanos. Todos nuestros
intentos, experiencia y conocimientos,
nos llevan a la estructuración y planificación práctica de todos los elementos que nos puedan ayudar
a conseguir un buen final, específicamente referido a nuestra vivencia del fin
de semana. Sin duda que ello demuestra
nuestra férrea voluntad y sincero
deseo de trabajar en beneficio de un objetivo superior y final,
claramente establecido, y que obliga
a que cada elemento de la
obra, haga su parte y en un todo
compartido, se logren las metas. De allí la importancia de planificar, y
responder ante ello, de la única forma viable para cada empresa, como lo es
el necesario trabajo en equipo. En estos tiempos de hoy, ya no existen los
que mandan o los que obedecen. Sin duda
que los liderazgos son necesarios, pero solamente en la coordinación y
dirección, pero el trabajo encomendado se ejecuta con todos los protagonistas y
en eso no cabe dudas que todos somos responsable y no hay nadie exento de
cumplir una tarea.
Por esos días previos a nuestro
desafío, trabajamos con mucho entusiasmo y esfuerzos compartido en la
organización de nuestro encuentro, sin dejar jamás de orar a nuestra Mater,
para que nos acompañara y en esas instancias
de reunión, las esperanzas estuvieron siempre fundadas en lo que nuestro asesor
espiritual Padre Hugo Cuevas nos decía: “La
Mater nunca abandona a sus hijos y en ella depositamos nuestra confianza”.
De modo que nuestra
organización humana trabajó afanosa, en
una tarea que resulta ser siempre agotadora, y que dice relación con las
comunicaciones permanentes, los contactos, los fonos, los correos electrónicos,
los cálculos de costos, el alojamiento,
la habilitación eventual de lugares especiales de emergencia, la indagación de
otros lugares para mejorar la calidad y
atención de nuestras visitas, la contratación de personas que nos prodigaran un
alimento equilibrado, los trabajos eventuales de pintura y refacción de
posibles alojamientos, y todo un mundo de consultas, dudas, soluciones,
iniciativas, que nos comprometieron en
todo momento, por que para eso trabajamos con mucho amor y fuerza y no hubo
nada que no hayamos tomado en cuenta para completar los círculos necesarios que
nos permitieran tener la capacidad de actuar
organizados y no improvisar, como muchas veces ocurre, por lo tanto, debemos
sentir la satisfacción y paz que las cosas cuando se hacen con amor, por muchas
deficiencias o errores involuntarios, nos llevan siempre al camino del
encuentro y del fortalecimiento de la amistad, pero sobretodo a ese crecimiento
de la fe, que es el fin último y supremo que nos lleva a entregar gustosamente estos
esfuerzos y el cansancio y sudor.
Para el Encuentro, pensábamos contar con una
presencia masiva de hasta diez varones por comunidad, todos del norte de Chile: Arica, Iquique, Calama,
Copiapó, El Salvador y La Serena. No era
un desafío menor, sin embargo trabajamos para ello y ofrecimos a María Santísima nuestro esfuerzo.
Por un tema de idiosincrasia nacional, debemos entender que costará
muchos años más en nuestra historia, cambiar nuestra “cultura de compromiso”.
Debemos asumir que en estos actos libres y espontáneos, y sobretodo
voluntarios, debemos ser tremendamente delicados y correctos, sobretodo cuando
de personas se trata, porque ello es el motivo más importante de nuestra
acción: Las personas son y serán siempre lo
más importante. Esperamos
respuestas que no llegaron, contamos con confirmaciones, que no vinieron, y
todos esos aspectos humanos, nos trajeron una especie de nostalgia que en
ningún caso nos hizo bajar los brazos.
Pero en todo este clamor
humano, del cual me doy el derecho y la libertad de expresar desde mi
punto de vista personal sin querer por ello faltar a nadie, quiero destacar que lo expresado obedeció a
ese 50% tan necesario para la materialización de toda empresa humana, y que es
fácil de comprender a la luz de la administración. Pero….(sonrío al
expresarme)…hay “quien” decide, alguien
mayor que resuelve y que debemos entender con humildad y espíritu de caridad que es quién
toma lo que llamaremos para esta nota, la “Decisión final”, y que se da el lujo de dejarnos trabajar en la
más absoluta libertad, con nuestro propio sistema y presión, otorgándonos todas
las instancias y análisis de discusión, permitiéndonos conductas positivas o negativas y que son
propias de nuestra humana condición. Por ello que en este punto, me quiero
detener, por que si bien partí impetuoso en mi humilde análisis, esta realidad
de la “Decisión Final”, no nos corresponde a nosotros escrutar ni analizar, por
cuanto somos hombres de fe y en ese aspecto, comprendemos perfectamente cual es
la real dimensión de esta “sabiduría Santa” que nos llega desde el cielo, y que
debemos acostumbrarnos a entender y
aceptar en nuestro tortuoso y difícil, o fácil y relajado “camino a Cristo”,
comprendiendo y asumiendo este concepto tan útil para enfrentar la vida y
sentir que todo ello es la verdadera realidad. “La Mater no nos abandonará”,
fue, es y será siempre la palabra de
fuerza y valor que nos acompañó en toda instancia actual, y ¿saben?, fue así de
simple. No hay ninguna duda que “Ella” quiso reunirnos en el Santuario “Cenáculo
Puerta del Cielo”, ese lugar desde donde se divisa directamente al frente,
mirando hacia el norte entre la bruma matutina o la claridad de la tarde, el tradicional monumento natural antofagastino
de La Portada, y entendiendo su
divinidad y sabiduría celestial, fue sin duda ella la que quiso convocar a los pocos o muchos que vinieron, a los que
participaron a medias o con todo su brío, a los que se presentaron a actividades en forma
intermitente, por situaciones personales o familiares que son a veces
imprevisibles y comprensibles, y que hoy nos permiten decir con plena
convicción, que quiso ella guiar nuestros pasos en cada uno de los agradables
momentos que compartimos y que fueron el mejor regalo de este acontecimiento
que no sólo nos llenó de alegrías, sino que nos permitió darnos ese tiempo
necesario de conocernos, de conversar, de
“perder el tiempo” paseando por lugares donde en más de una oportunidad
hemos visitado, pero que hoy tenían un
sol diferente, un aire de mayor pureza, de una calidad y calidez que nos hace
pensar que lo fríamente planificado,
tenía una respuesta y una guía espiritual que nos llevó de la mano, con sencillez y con ánimo a reírnos,
a conversar, y en ese buscar
explicaciones, aprender de un hermano madrugador, (Juan Araya), los detalles
explicativos, científicos o técnicos del monumento al “Trópico de Capricornio”,
porque eso no estuvo nunca planificado, ni fue nuestra preocupación, pero allí estaba esa “otra parte” que toma las decisiones
finales, para entregarnos a través del “Profesor Araya”, conocimiento y
cultura, sin haber jamás imaginado que estaba tan directamente involucrado en
ese tema. Ni hablar de nuestro paseo a La Portada….desde esa misma ventana,
pero mirando ahora hacia el sur, se apunta directamente a la entrada del
Santuario, toda una línea imaginaria que nos tenía conectados al lugar de las Gracias. Allá en
esa distancia, percibíamos los aromas y afanes de quienes humildemente
trabajaban por y para nosotros preparando el alimento, junto a manos femeninas voluntarias, esposas
de algunos de los nuestros, anfitriones, y que voluntariamente quisieron
cooperar, en un servicio tan humilde y grandioso como lo es el trabajar en la
cocina. Desde allí observábamos, en la chispeante alegría de hombres que
caminan por la vida en la confianza de ser cristianos, todos esos detalles de
un lugar hermoso, “archi” conocido para nosotros pero que estuvo también
“diferente”. La tradicional fotografía en el “Mirador”, la nota alegre, la
sonrisa, el sano compartir con las bromas del momento, y antes de retirarnos,
como corolario de nuestra visita, encontrar ¡Oh! sorpresa, el “Guardaparques”
del lugar, que no sólo tuvo una actitud de caricia espiritual al divisar en los
polerones la imagen o logo del Santuario, sino que además, nos mostró un real
espíritu de servicio enseñándonos en su exposición libre y voluntaria, aspectos
inéditos y desconocidos sobre la fauna del lugar y los proyectos
medioambientales que han permitido un crecimiento sostenido de las aves marinas
y la presencia de mamíferos acuáticos, brindándonos todo un conocimiento que muchos ignorábamos.
¡¡Esa es la “Decisión final” que les
hablaba y que no cabe dudas que nuestra
Mater, estuvo allí para brindarnos esas caricias de amor a través de las
personas presentes en el lugar, logrando entre nosotros compartir y vivir una
mañana de paseo distinto.
Después de nuestro almuerzo, lo
tan ansiosamente esperado; las instancias que nos permiten crecer en el
conocimiento humano y sobretodo divino y aprender y comprender los caminos de la fe.
Rodrigo Guevara, nos habló de la
“Paternidad Espontánea”, en un sencillo pero claro Taller, denominado. “Un Corazón en el Padre”,
donde nos habló de ese “frágil
intelectual, de precaria salud como el Padre José Kentenich, que no fue enviado a África por sus problemas de salud, quedando a cardo de la dirección espiritual de los jóvenes del seminario y que obedeciendo a la “decisión final” y divina, tuvo que ser
nombrado en 1911 “Profesor de Latín y Alemán” en los cursos superiores de
Ehrenbreistein, contando con el entusiasmo de sus alumnos que no se perdían clase por ningún motivo.
Aprendimos de un “grito de guerra de los
jóvenes”:, (que se repiten en todas las
edades de la historia.) “Queremos ser,
como fueron nuestros Padres”, lo que
dio origen a lo que se llamó la
“Creación de comunidades libres”, idea que ya tenia en el corazón y mente el
PJK (Padre José Kentenich), motivada por la “confianza y la búsqueda de un alto
ideal”. Vino en la interesante charla,
el tema del “Acta de Pre fundación” un 27 de octubre de 1912, donde se
reúne con los jóvenes en la biblioteca y les presenta el programa de trabajo: “Me
pongo a completa disposición de ustedes, con todo lo que soy y tengo, con lo
que se y lo que no se, con lo que puedo y con lo que no puedo, pero sobretodo
con mi corazón”.
Paseamos en el conocimiento por temas
fundamentales del nacimiento del Movimiento de Shoenstatt que nos permitieron
en pocos instantes darnos un impecable barniz, conociendo de la “Fundación y
Frutos de la Congregación Mariana”, la
“Asociación misionera” que permitió un crecimiento espiritual a los jóvenes, canalizando
a través de ella sus energías a un “nivel más profundo”.
En fin, sería largo enumerar lo
fructífero de este conocimiento adquirido, que nos permitió educarnos en las
ideas iniciales del PJK, llegando al “Acta de Fundación” donde en un extracto de la misma se puede leer, a
propósito de la “pequeña Capilla de San Miguel”: “Esta capilla de nuestra congregación será para nosotros cuna de
santidad. Y esta santidad hará suave violencia a nuestra Madre Celestial y la
hará descender hasta nosotros”.
En el epílogo final de esta amena
charla, difícil de detallar en esta nota por su extenso contenido, sellamos
esta parte con el himno de Franz
Reinisch: “Tú eres el signo grandioso”, y que cantamos con entusiasmo,
habiéndolo escuchado tantas veces sin
saber su origen el cual, conforme a lo
expresado en la presentación de Rodrigo, fue “compuesto en su celda de
prisionero antes de morir, por causa de su
negación a jurar fidelidad a Hitler,
muriendo posteriormente decapitado en Berlín.”
Este taller resultó ser de un
aporte intelectual y de formación, para feliz conocimiento de nuestros
Madrugadores.
Lo que vino después, fue una
charla más familiar, diría menos estructurada, ausente de apoyos digitales o
presentación específica de un tema como el anterior, lo que produce un perfecto
equilibrio entre ambos campos distintos y que son igualmente formativos.
Muchos no conocíamos a Octavio
Galarce. No quisiera hacer un análisis de su persona porque no me corresponde,
sobretodo cuando se trata de entender su participación en este Encuentro de la
Zona Norte.
Sin embargo, al oír
(dificultosamente por mi problema eterno de sordera, ayudado con mi “wi fi”
digital, como le llamo a mi tan usado audífono, prestado por mi madre para
estas “grandes ocasiones”) su amena y grata charla, pudimos apreciar la
elocuencia, sinceridad, honestidad y todos los valores propios de un hombre de
iglesia, que solo busca a través del don de la palabra, comunicarnos sus
verdades de la vida a través de un testimonio personal y real, que siendo de
una tónica diferente, nos permitió recorrer
la génesis y desarrollo de esta corriente de vida que representan los
“Madrugadores” , afianzando en nosotros le plena seguridad de que nuestra
instancia de oración, nacida al alero de Shoenstatt, en definitiva no es una
casualidad, no es algo planificado, no
constituye estructura organizacional de ninguna índole, obedece sin duda alguna
a una “decisión final”, de orden divino, inesperado, impensado, no creado con
ningún fin o interés que no sea el de participar de las Gracias Santificantes
de María Santísima en su Santuario, y
que ha paseado el nombre de Shoenstatt, por diferentes naciones, originados en
Chile, Rancagua específicamente, dándonos cifras claras que nos hablan de su
exacto conocimiento de la gran cantidad de comunidades que se han formado en el
país y en el extranjero y que alcanza hoy un número, del cual no estoy en
condiciones de especificar, pero que crece silenciosamente y con espíritu de
Evangelio en cada rincón, no solamente
al alero del Santuario, sino que está enraizándose en Parroquias y Capillas, como una
forma de llevar nuestra imagen sagrada de La Mater, a otros lugares donde es verdaderamente - a
pesar de los tiempos - aún desconocida.
Esas orientaciones, testimonios y
recuerdos de Octavio frente a la historia que aun se escribe sobre los
Madrugadores, es sencillamente la fuerza
e impulso que debemos seguir y acrecentar, para dar testimonio real y efectivo
de nuestra fe y de nuestra humildad,
asumiendo que en este lugar de Gracias, se nos acoge, se nos educa,
y se nos envía a la misión más
importante que tenemos todos la obligación de cumplir: La Evangelización.
Para nosotros, peregrinos del
norte, fue también una bendición contar con la participación de Octavio, de
quien podemos decir hoy, perfectamente seguros de no equivocarnos, que su
sencillez, locuacidad y convicción de lo que hace, es su propia misión y la asume con la seriedad y valentía de un
cristiano comprometido con la causa de
nuestra Iglesia, y que todo su conocimiento y experiencia, son y serán
siempre un referente para la proyección de esta corriente de vida que, como una
ola silenciosa, crece con fuerza, acercándonos también a una de las ideas
fundamentales del Padre Fundador, que dice: “Shoenstatt es para la Iglesia.”
Con la presencia de algunas damas
y esposas de nuestros madrugadores en la charla, quedamos muy en claro que “los Madrugadores”,
sin ser machistas, “estamos conformados por varones” de cualquier
condición, y en donde la “única mujer” presente, en cada Madrugada
y reunión, es sin duda la Madre de nuestro Hermano Jesús, es decir nuestra
Madre Santísima, a quien veneramos con respeto y admiración, por cuanto su
ejemplo de humildad, de santidad, y de entrega,
nos lleva siempre a encontrar la
verdadera razón de nuestra vida terrena:
Cristo.
Fue una jornada agradable, que
finalizó en las horas del crespúsculo, dejando todo instalado y previsto para
nuestro desayuno de domingo y la participación de nuestra Eucaristía dominical.
El día 5 de Mayo, desde tempranas
horas de la mañana, comenzamos las tareas de
preparación del altar y detalles de nuestra Misa de clausura.
Un sencillo desayuno, en la amistad de hermanos
más cercanos, conociéndonos más fue notablemente diferente a nuestro primer
encuentro del día sábado
Posteriormente a nuestro
desayuno y preparativos para la Misa,
vino la materialización de lo que quedará registrado en la historia del
Santuario, pues sin duda que la bendición de la Campana , con motivo de nuestro
encuentro, será un pequeño hito de la historia del Santuario.
Vino el acto sobrio, sencillo,
con la humildad de cristianos que no hacemos aspaviento de lo que somos ni
hacemos y bajo la dirección espiritual de nuestro capellán y amigo, Padre
Hugo Cuevas Zapata, se procedió a la bendición de este bien y la entrega de un
Acta de Donación, para los registros del futuro al matrimonio Coordinador y al Administrador, cumpliendo así con un
programa previsto, que nos permitirá desde hoy, compartir nuestra misión de
evangelización con el llamado a los fieles del sector.
Detalles de esta entrega, por
aspectos de historia, serán entregados y/o escritos en su oportunidad.
Nuestra más importante actividad
del domingo: La Santa Misa, oficiada por nuestro capellán selló con el mayor de
los regalos y espíritu nuestro encuentro, precisamente donde comenzamos, en el
Santuario, donde pudimos agradecer a Dios por todos los bienes espirituales
adquiridos y por todas aquellas cosas que nos hicieron vivir una jornada que
quedará en el recuerdo y que ya es historia y experiencia y que nos une por
siempre con quienes participaron directa o indirectamente de este Encuentro de
Madrugadores Zona Norte “Trópico de Capricornio” los días 4 y 5 de Mayo de
2013.
Reunión final
Ser agradecidos, debe ser siempre
nuestra mejor virtud humana. En la vida diaria, y sin querer, muchas veces
caemos en el egoísmo y el error de creer que en la hora de entregar nuestros
sentimientos de gratitud a quienes nos han servido o se han esforzado en
participar, está sujeto a situaciones de carácter, de simpatía o a
condicionamientos humanos. Somos agradecidos, porque todo lo que somos y
tenemos se lo debemos a Dios, y en ese aspecto estuvimos todos de acuerdo en
que esta hora final, más allá de la gratitud espiritual a nuestra Mater que, al decir del Padre Hugo, “Nunca abandona”, podemos
decir todos, sin excepción, que nuestro encuentro no fue a nuestra manera ni a
nuestra planificación ni a nuestro esfuerzo ni a nada que nos pudiera parecer
una soberbia: Todo fue obra de Maria, la Tres
Veces Admirable de Shoenstatt, la que
a través de tanta gente, nos mostró su humildad, su trabajo espiritual,
su permanente espíritu de servicio y de “Educadora en la fe”, una inspiración permanente
a la entrega y al trabajo a través de
tanta gente buena que estuvo a ”su”
lado, ofreciendo más sacrificios que beneficios, entregando más amor que
egoísmos, participando y comprometiéndose más allá de lo que les correspondía exactamente cumplir o
aportar, de allí que, por esas cosas
propias del Espíritu Santo, no podíamos cerrar nuestro encuentro, sin dejar de
expresar nuestra gratitud a Dios, a su Santísima Madre, al la Santísima Trinidad, y ofrecer un sencillo recuerdo, humilde pero de corazón, a
todos los que hicieron posible hacer realidad este sueño que si bien estuvo en
la mente de un par de madrugadores, siempre las ideas para materializarlas,
conllevan muchos esfuerzos y entrega,
los cuales asumidos con cariño,
son el mejor Capital de Gracias, depositado en el Altar de nuestro
Santuario, para grandeza y Gloria de nuestro Señor Jesucristo, nuestro amigo y
hermano. Por eso que en la canción final del Adiós, y en ese Padrenuestro,
rezado con tanto amor, estrechados de la mano a Maria presente siempre, nos
unimos con el mayor de los entusiasmos, con la sinceridad más absoluta, con el
espíritu humilde pero feliz de emoción, al Padre eterno a quien le ofrecimos nuestra mayor gratitud y nuestra emocionada despedida de
hermanos en Cristo, confiando en la Divina Providencia, que nos regalará una
nueva oportunidad para vivir un instante tan maravilloso como el vivido, para
el crecimiento de nuestra fe.
No nombraremos a nadie en este
corolario, pero allí en las imágenes del recuerdo estará perpetuados sus
nombres, desde hoy y por siempre.
Gracias Señor por esta
maravillosa oportunidad.
Amén.
TODAS LAS FOTOS UN TANTO DESORDENADAS.......
(Gentileza: Cristian Fernández
GENTILEZA ALEJANDRO ASALGADO
FOTOS GENTILEZA WILSON GONZÁLEZ (MADRUGADOR DE CALAMA)
2 comentarios:
El 11 de mayo de 2013 22:36, alberto valenzuela escribió:
DON CHARLY, al leer cada una de sus lineas, en la página de los Madrugadores, me hace recordar los intensos días que vivimos junto a la MATER en el encuentra de la Zona Norte.
Pero no puedo de dejar esta oportunidad de agradecer a cada uno de los integrantes de Madrugadores que me recibieron y aceptaron, junto a mi hijo, a esta familia, y en forma especial al Diacono JOSE MOYANO quién supo entender, gracias a su sabiduría que yo necesitaba a la MATER y ella a MI. Como lo dije en mi presentación en el encuentro "vine a encontrar la GRACIA tan lejos de mi ciudad natal", y esto se les agradece a Cristo a la MATER y a los MADRUGADORES. Por otro lado supe los nombres de varios madrugadores con quienes compartia y lo digo con orgullo2, ahora si los SÉ. Encuentros de esta forma, un dia, sirven para a los grandes hermanos en la Fé.
Por último, y no menos importante, agradecerle a Ud. por cada letra puesta para testimoniar los encuentros que tenemos cada sabado y que gracias aodemos leer los que por alguna razón no podemos asistir, permezca POR SIEMPRE en los MADRUGADORES DE ANTOFAGASTA.
El 11 de mayo de 2013 22:36, alberto valenzuela escribió:
DON CHARLY, al leer cada una de sus lineas, en la página de los Madrugadores, me hace recordar los intensos días que vivimos junto a la MATER en el encuentra de la Zona Norte.
Pero no puedo de dejar esta oportunidad de agradecer a cada uno de los integrantes de Madrugadores que me recibieron y aceptaron, junto a mi hijo, a esta familia, y en forma especial al Diacono JOSE MOYANO quién supo entender, gracias a su sabiduría que yo necesitaba a la MATER y ella a MI. Como lo dije en mi presentación en el encuentro "vine a encontrar la GRACIA tan lejos de mi ciudad natal", y esto se les agradece a Cristo a la MATER y a los MADRUGADORES. Por otro lado supe los nombres de varios madrugadores con quienes compartia y lo digo con orgullo2, ahora si los SÉ. Encuentros de esta forma, un dia, sirven para a los grandes hermanos en la Fé.
Por último, y no menos importante, agradecerle a Ud. por cada letra puesta para testimoniar los encuentros que tenemos cada sabado y que gracias aodemos leer los que por alguna razón no podemos asistir, permezca POR SIEMPRE en los MADRUGADORES DE ANTOFAGASTA.
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