martes, 7 de mayo de 2013

Un Encuentro como la Mater lo quiso…..


Somos humanos. Todos nuestros intentos, experiencia y conocimientos,  nos llevan a la estructuración y planificación práctica  de todos los elementos que nos puedan ayudar a conseguir un buen final, específicamente referido a nuestra vivencia del fin de semana. Sin duda que  ello demuestra nuestra férrea voluntad  y sincero deseo  de trabajar en beneficio  de un objetivo superior  y final,  claramente establecido, y que obliga  a que cada  elemento de la obra,  haga su parte y en un todo compartido, se logren las metas. De allí la importancia de planificar, y responder ante ello, de la única forma viable para cada empresa, como lo es el  necesario trabajo en equipo.  En estos tiempos de hoy, ya no existen los que mandan o los que  obedecen. Sin duda que los liderazgos son necesarios, pero solamente en la coordinación y dirección, pero el trabajo encomendado se ejecuta con todos los protagonistas y en eso no cabe dudas que todos somos responsable y no hay nadie exento de cumplir una tarea.

Por esos días previos a nuestro desafío, trabajamos con mucho entusiasmo y esfuerzos compartido en la organización de nuestro encuentro, sin dejar jamás de orar a nuestra Mater, para que nos acompañara  y en esas instancias de reunión, las esperanzas estuvieron siempre fundadas en lo que nuestro asesor espiritual Padre Hugo Cuevas nos decía: “La Mater nunca abandona a sus hijos y en ella depositamos nuestra confianza”.
De modo que nuestra organización  humana trabajó afanosa, en una tarea que resulta ser siempre agotadora, y que dice relación con las comunicaciones permanentes, los contactos, los fonos, los correos electrónicos, los cálculos  de costos, el alojamiento, la habilitación eventual de lugares especiales de emergencia, la indagación de otros lugares  para mejorar la calidad y atención de nuestras visitas, la contratación de personas que nos prodigaran un alimento equilibrado, los trabajos eventuales de pintura y refacción de posibles alojamientos, y todo un mundo de consultas, dudas, soluciones, iniciativas, que  nos comprometieron en todo momento, por que para eso trabajamos con mucho amor y fuerza y no hubo nada que no hayamos tomado en cuenta para completar los círculos necesarios que nos  permitieran tener la capacidad de actuar organizados y no improvisar, como muchas veces ocurre, por lo tanto, debemos sentir la satisfacción y paz que las cosas cuando se hacen con amor, por muchas deficiencias o errores involuntarios, nos llevan siempre al camino del encuentro y del fortalecimiento de la amistad, pero sobretodo a ese crecimiento de la fe, que es el fin último y supremo que nos lleva a entregar gustosamente estos esfuerzos y el cansancio y sudor.
Para  el Encuentro, pensábamos contar con una presencia masiva de hasta diez varones por comunidad, todos del  norte de Chile: Arica, Iquique, Calama, Copiapó,  El Salvador y La Serena. No era un desafío menor, sin embargo trabajamos para ello y ofrecimos a  María Santísima nuestro esfuerzo.
   Por un tema de idiosincrasia nacional, debemos entender que costará muchos años más en nuestra historia, cambiar nuestra “cultura de compromiso”. Debemos asumir que en estos actos libres y espontáneos, y sobretodo voluntarios, debemos ser tremendamente delicados y correctos, sobretodo cuando de personas se trata, porque ello es el motivo más importante de nuestra acción: Las personas son y serán siempre lo  más importante.  Esperamos respuestas que no llegaron, contamos con confirmaciones, que no vinieron, y todos esos aspectos humanos, nos trajeron una especie de nostalgia que en ningún caso nos hizo bajar los brazos.
Pero en todo este clamor humano,  del cual me doy  el derecho y la libertad de expresar desde mi punto de vista personal sin querer por ello faltar a nadie,  quiero destacar que lo expresado obedeció a ese 50% tan necesario para la materialización de toda empresa humana, y que es fácil de comprender a la luz de la administración. Pero….(sonrío al expresarme)…hay “quien”  decide, alguien mayor que resuelve y que debemos entender con humildad y espíritu de caridad  que es quién  toma lo que llamaremos para esta nota, la “Decisión final”, y que se da el lujo de dejarnos trabajar en la más absoluta libertad, con nuestro propio sistema y presión, otorgándonos todas las instancias  y análisis de discusión, permitiéndonos  conductas positivas o negativas y que son propias de nuestra humana condición. Por ello que en este punto, me quiero detener, por que si bien partí impetuoso en mi humilde análisis, esta realidad de la “Decisión Final”, no nos corresponde a nosotros escrutar ni analizar, por cuanto somos hombres de fe y en ese aspecto, comprendemos perfectamente cual es la real dimensión de esta “sabiduría Santa” que nos llega desde el cielo, y que debemos acostumbrarnos  a entender y aceptar en nuestro tortuoso y difícil, o fácil y relajado “camino a Cristo”, comprendiendo y asumiendo este concepto tan útil para enfrentar la vida y sentir que todo ello es la verdadera realidad. “La Mater no nos abandonará”, fue, es y será siempre  la palabra de fuerza y valor que nos acompañó en toda instancia actual, y ¿saben?, fue así de simple. No hay ninguna duda que “Ella” quiso reunirnos en el Santuario “Cenáculo Puerta del Cielo”, ese lugar desde donde se divisa directamente al frente, mirando hacia el norte entre la bruma matutina o la claridad de la tarde,  el tradicional monumento natural antofagastino de  La Portada, y entendiendo su divinidad y sabiduría celestial, fue sin duda ella la que quiso convocar  a los pocos o muchos que vinieron, a los que participaron a medias o con todo su brío, a los que  se presentaron a actividades en forma intermitente, por situaciones personales o familiares que son a veces imprevisibles y comprensibles, y que hoy nos permiten decir con plena convicción, que quiso ella guiar nuestros pasos en cada uno de los agradables momentos que compartimos y que fueron el mejor regalo de este acontecimiento que no sólo nos llenó de alegrías, sino que nos permitió darnos ese tiempo necesario de conocernos, de conversar, de  “perder el tiempo” paseando por lugares donde en más de una oportunidad hemos  visitado, pero que hoy tenían un sol diferente, un aire de mayor pureza, de una calidad y calidez que nos hace pensar que lo  fríamente planificado, tenía una respuesta y una guía espiritual que nos llevó de  la mano, con sencillez y con ánimo a reírnos, a  conversar, y en ese buscar explicaciones, aprender de un hermano madrugador, (Juan Araya), los detalles explicativos, científicos o técnicos del monumento al “Trópico de Capricornio”, porque eso no estuvo nunca planificado, ni fue nuestra preocupación,  pero allí estaba  esa “otra parte” que toma las decisiones finales, para entregarnos a través del “Profesor Araya”, conocimiento y cultura, sin haber jamás imaginado que estaba tan directamente involucrado en ese tema. Ni hablar de nuestro paseo a La Portada….desde esa misma ventana, pero mirando ahora hacia el sur, se apunta directamente a la entrada del Santuario, toda una línea imaginaria que nos tenía  conectados al lugar de las Gracias. Allá en esa distancia, percibíamos los aromas y afanes de quienes humildemente trabajaban por y para nosotros preparando el alimento,  junto a manos femeninas voluntarias, esposas de algunos de los nuestros, anfitriones, y que voluntariamente quisieron cooperar, en un servicio tan humilde y grandioso como lo es el trabajar en la cocina. Desde allí observábamos, en la chispeante alegría de hombres que caminan por la vida en la confianza de ser cristianos, todos esos detalles de un lugar hermoso, “archi” conocido para nosotros pero que estuvo también “diferente”. La tradicional fotografía en el “Mirador”, la nota alegre, la sonrisa, el sano compartir con las bromas del momento, y antes de retirarnos, como corolario de nuestra visita, encontrar ¡Oh! sorpresa, el “Guardaparques” del lugar, que no sólo tuvo una actitud de caricia espiritual al divisar en los polerones la imagen o logo del Santuario, sino que además, nos mostró un real espíritu de servicio enseñándonos en su exposición libre y voluntaria, aspectos inéditos y desconocidos sobre la fauna del lugar y los proyectos medioambientales que han permitido un crecimiento sostenido de las aves marinas y la presencia de mamíferos acuáticos, brindándonos  todo un conocimiento que muchos ignorábamos. ¡¡Esa es la “Decisión final”  que les hablaba y  que no cabe dudas que nuestra Mater, estuvo allí para brindarnos esas caricias de amor a través de las personas presentes en el lugar, logrando entre nosotros compartir y vivir una mañana de paseo  distinto.
Después de nuestro almuerzo, lo tan ansiosamente esperado; las instancias que nos permiten crecer en el conocimiento humano y sobretodo divino y  aprender y comprender los caminos de la fe. Rodrigo Guevara,  nos habló de la “Paternidad Espontánea”, en un sencillo pero claro  Taller, denominado. “Un Corazón en el Padre”, donde nos habló de ese “frágil intelectual, de precaria salud como el Padre José Kentenich, que no fue enviado a África por sus problemas de salud, quedando a cardo de la dirección espiritual de los jóvenes del seminario y que obedeciendo a la “decisión final” y divina, tuvo que ser nombrado en 1911 “Profesor de Latín y Alemán” en los cursos superiores de Ehrenbreistein, contando con el entusiasmo de sus alumnos que  no se perdían clase por ningún motivo. Aprendimos  de un “grito de guerra de los jóvenes”:,  (que se repiten en todas las edades de la historia.) “Queremos ser, como fueron nuestros Padres”,  lo que dio origen  a lo que se llamó la “Creación de comunidades libres”, idea que ya tenia en el corazón y mente el PJK (Padre José Kentenich), motivada por la “confianza y la búsqueda de un alto ideal”. Vino en la interesante charla,  el tema del “Acta de Pre fundación” un 27 de octubre de 1912, donde se reúne con los jóvenes en la biblioteca y les presenta el programa de trabajo: “Me pongo a completa disposición de ustedes, con todo lo que soy y tengo, con lo que se y lo que no se, con lo que puedo y con lo que no puedo, pero sobretodo con mi corazón”.
 Paseamos en el conocimiento por temas fundamentales del nacimiento del Movimiento de Shoenstatt que nos permitieron en pocos instantes darnos un impecable barniz, conociendo de la “Fundación y Frutos de la Congregación Mariana”,  la “Asociación misionera” que permitió un crecimiento espiritual a los jóvenes, canalizando a través de ella sus energías a un “nivel más profundo”.
En fin, sería largo enumerar lo fructífero de este conocimiento adquirido, que nos permitió educarnos en las ideas iniciales del  PJK,  llegando al “Acta de Fundación” donde  en un extracto de la misma se puede leer, a propósito de la  “pequeña  Capilla de San Miguel”:  “Esta capilla de nuestra congregación será para nosotros cuna de santidad. Y esta santidad hará suave violencia a nuestra Madre Celestial y la hará descender hasta nosotros”.
En el epílogo final de esta amena charla, difícil de detallar en esta nota por su extenso contenido, sellamos esta parte con el himno  de Franz Reinisch:  “Tú eres el signo grandioso”, y que cantamos con entusiasmo, habiéndolo escuchado tantas veces  sin saber su origen  el cual, conforme a lo expresado en la presentación de Rodrigo, fue “compuesto en su celda de prisionero antes de morir,  por causa de su negación a jurar  fidelidad a Hitler, muriendo posteriormente decapitado en Berlín.”
Este taller resultó ser de un aporte intelectual y de formación, para feliz conocimiento de nuestros Madrugadores.
Lo que vino después, fue una charla más familiar, diría menos estructurada, ausente de apoyos digitales o presentación específica de un tema como el anterior, lo que produce un perfecto equilibrio entre ambos campos distintos y que son igualmente formativos.
Muchos no conocíamos a Octavio Galarce. No quisiera hacer un análisis de su persona porque no me corresponde, sobretodo cuando se trata de entender su participación en este Encuentro de la Zona Norte.
Sin embargo, al oír (dificultosamente por mi problema eterno de sordera, ayudado con mi “wi fi” digital, como le llamo a mi tan usado audífono, prestado por mi madre para estas “grandes ocasiones”) su amena y grata charla, pudimos apreciar la elocuencia, sinceridad, honestidad y todos los valores propios de un hombre de iglesia, que solo busca a través del don de la palabra, comunicarnos sus verdades de la vida a través de un testimonio personal y real, que siendo de una tónica diferente, nos permitió recorrer  la génesis y desarrollo de esta corriente de vida que representan los “Madrugadores” , afianzando en nosotros le plena seguridad de que nuestra instancia de oración, nacida al alero de Shoenstatt, en definitiva no es una casualidad, no   es algo planificado, no constituye estructura organizacional de ninguna índole, obedece sin duda alguna a una “decisión final”, de orden divino, inesperado, impensado, no creado con ningún fin o interés que no sea el de participar de las Gracias Santificantes de  María Santísima en su Santuario, y que ha paseado el nombre de Shoenstatt, por diferentes naciones, originados en Chile, Rancagua específicamente, dándonos cifras claras que nos hablan de su exacto conocimiento de la gran cantidad de comunidades que se han formado en el país y en el extranjero y que alcanza hoy un número, del cual no estoy en condiciones de especificar, pero que crece silenciosamente y con espíritu de Evangelio en cada rincón, no solamente  al alero del Santuario, sino que está enraizándose  en Parroquias y Capillas,  como una  forma de llevar nuestra imagen sagrada de La Mater,  a otros lugares donde es verdaderamente - a pesar de los tiempos - aún desconocida.
Esas orientaciones, testimonios y recuerdos de Octavio frente a la historia que aun se escribe sobre los Madrugadores, es sencillamente  la fuerza e impulso que debemos seguir y acrecentar, para dar testimonio real y efectivo de nuestra fe y de nuestra humildad,  asumiendo que en este lugar de Gracias, se nos acoge,  se nos educa,  y se nos envía a  la misión más importante que tenemos todos la obligación de cumplir: La Evangelización.
Para nosotros, peregrinos del norte, fue también una bendición contar con la participación de Octavio, de quien podemos decir hoy, perfectamente seguros de no equivocarnos, que su sencillez, locuacidad y convicción de lo que hace, es su propia misión  y la asume con la seriedad y valentía de un cristiano comprometido con la causa de  nuestra Iglesia, y que todo su conocimiento y experiencia, son y serán siempre un referente para la proyección de esta corriente de vida que, como una ola silenciosa, crece con fuerza, acercándonos también a una de las ideas fundamentales del Padre  Fundador,  que dice: “Shoenstatt es para la Iglesia.”
Con la presencia de algunas damas y esposas de nuestros madrugadores en la charla,  quedamos muy en claro que “los Madrugadores”, sin ser machistas, “estamos conformados por varones” de cualquier condición,  y en donde  la “única mujer” presente, en cada Madrugada y reunión, es sin duda la Madre de nuestro Hermano Jesús, es decir nuestra Madre Santísima, a quien veneramos con respeto y admiración, por cuanto su ejemplo de humildad, de santidad, y de entrega,  nos lleva siempre  a encontrar la verdadera razón  de nuestra vida terrena: Cristo.
Fue una jornada agradable, que finalizó en las horas del crespúsculo, dejando todo instalado y previsto para nuestro desayuno de domingo y la participación de nuestra Eucaristía dominical.
El día 5 de Mayo, desde tempranas horas de la mañana, comenzamos las tareas de  preparación del altar y detalles de nuestra Misa de clausura.
Un  sencillo desayuno, en la amistad de hermanos más cercanos, conociéndonos más fue notablemente diferente a nuestro primer encuentro  del día sábado
Posteriormente a nuestro desayuno  y preparativos para la Misa, vino la materialización de lo que quedará registrado en la historia del Santuario, pues sin duda que la bendición de la Campana , con motivo de nuestro encuentro, será un pequeño hito de la historia del Santuario.
Vino el acto sobrio, sencillo, con la humildad de cristianos que no hacemos aspaviento de lo que somos ni hacemos  y bajo la dirección  espiritual de nuestro capellán y amigo, Padre Hugo Cuevas Zapata, se procedió a la bendición de este bien y la entrega de un Acta de Donación, para los registros del futuro al matrimonio Coordinador  y al Administrador, cumpliendo así con un programa previsto, que nos permitirá desde hoy, compartir nuestra misión de evangelización con el llamado a los fieles del sector.
Detalles de esta entrega, por aspectos de historia, serán entregados y/o escritos en su oportunidad.
Nuestra más importante actividad del domingo: La Santa Misa, oficiada por nuestro capellán selló con el mayor de los regalos y espíritu nuestro encuentro, precisamente donde comenzamos, en el Santuario, donde pudimos agradecer a Dios por todos los bienes espirituales adquiridos y por todas aquellas cosas que nos hicieron vivir una jornada que quedará en el recuerdo y que ya es historia y experiencia y que nos une por siempre con quienes participaron directa o indirectamente de este Encuentro de Madrugadores Zona Norte “Trópico de Capricornio” los días 4 y 5 de Mayo de 2013.
Reunión final
Ser agradecidos, debe ser siempre nuestra mejor virtud humana. En la vida diaria, y sin querer, muchas veces caemos en el egoísmo y el error de creer que en la hora de entregar nuestros sentimientos de gratitud a quienes nos han servido o se han esforzado en participar, está sujeto a situaciones de carácter, de simpatía o a condicionamientos humanos. Somos agradecidos, porque todo lo que somos y tenemos se lo debemos a Dios, y en ese aspecto estuvimos todos de acuerdo en que esta hora final, más allá de la gratitud espiritual a nuestra Mater que,  al decir del Padre Hugo, “Nunca abandona”, podemos decir todos, sin excepción, que nuestro encuentro no fue a nuestra manera ni a nuestra planificación ni a nuestro esfuerzo ni a nada que nos pudiera parecer una soberbia: Todo fue obra de Maria, la Tres Veces Admirable de Shoenstatt, la que  a través de tanta gente, nos mostró su humildad, su trabajo espiritual, su permanente espíritu de servicio y de “Educadora en la fe”, una inspiración permanente a la entrega y al trabajo  a través de tanta gente buena  que estuvo a ”su” lado, ofreciendo más sacrificios que beneficios, entregando más amor que egoísmos, participando y comprometiéndose más allá de  lo que les correspondía exactamente cumplir o aportar, de allí que, por  esas cosas propias del Espíritu Santo, no podíamos cerrar nuestro encuentro, sin dejar de expresar nuestra gratitud a Dios, a su Santísima Madre,  al la Santísima Trinidad, y ofrecer un  sencillo recuerdo, humilde pero de corazón, a todos los que hicieron posible hacer realidad este sueño que si bien estuvo en la mente de un par de madrugadores, siempre las ideas para materializarlas, conllevan muchos esfuerzos y entrega,  los cuales asumidos con cariño,  son el mejor Capital de Gracias, depositado en el Altar de nuestro Santuario, para grandeza y Gloria de nuestro Señor Jesucristo, nuestro amigo y hermano. Por eso que en la canción final del Adiós, y en ese Padrenuestro, rezado con tanto amor, estrechados de la mano a Maria presente siempre, nos unimos con el mayor de los entusiasmos, con la sinceridad más absoluta, con el espíritu humilde pero feliz de emoción, al Padre eterno  a quien le ofrecimos nuestra mayor  gratitud y nuestra emocionada despedida de hermanos en Cristo, confiando en la Divina Providencia, que nos regalará una nueva oportunidad para vivir un instante tan maravilloso como el vivido, para el crecimiento de nuestra fe.
No nombraremos a nadie en este corolario, pero allí en las imágenes del recuerdo estará perpetuados sus nombres, desde hoy  y por siempre.
Gracias Señor por esta maravillosa oportunidad.
Amén.

TODAS LAS FOTOS UN TANTO DESORDENADAS.......
(Gentileza: Cristian Fernández 

























































































































GENTILEZA ALEJANDRO ASALGADO


































FOTOS GENTILEZA WILSON GONZÁLEZ  (MADRUGADOR DE CALAMA)





















































































2 comentarios:

Misionero de María dijo...

El 11 de mayo de 2013 22:36, alberto valenzuela escribió:
DON CHARLY, al leer cada una de sus lineas, en la página de los Madrugadores, me hace recordar los intensos días que vivimos junto a la MATER en el encuentra de la Zona Norte.
Pero no puedo de dejar esta oportunidad de agradecer a cada uno de los integrantes de Madrugadores que me recibieron y aceptaron, junto a mi hijo, a esta familia, y en forma especial al Diacono JOSE MOYANO quién supo entender, gracias a su sabiduría que yo necesitaba a la MATER y ella a MI. Como lo dije en mi presentación en el encuentro "vine a encontrar la GRACIA tan lejos de mi ciudad natal", y esto se les agradece a Cristo a la MATER y a los MADRUGADORES. Por otro lado supe los nombres de varios madrugadores con quienes compartia y lo digo con orgullo2, ahora si los SÉ. Encuentros de esta forma, un dia, sirven para a los grandes hermanos en la Fé.
Por último, y no menos importante, agradecerle a Ud. por cada letra puesta para testimoniar los encuentros que tenemos cada sabado y que gracias aodemos leer los que por alguna razón no podemos asistir, permezca POR SIEMPRE en los MADRUGADORES DE ANTOFAGASTA.

Misionero de María dijo...

El 11 de mayo de 2013 22:36, alberto valenzuela escribió:
DON CHARLY, al leer cada una de sus lineas, en la página de los Madrugadores, me hace recordar los intensos días que vivimos junto a la MATER en el encuentra de la Zona Norte.
Pero no puedo de dejar esta oportunidad de agradecer a cada uno de los integrantes de Madrugadores que me recibieron y aceptaron, junto a mi hijo, a esta familia, y en forma especial al Diacono JOSE MOYANO quién supo entender, gracias a su sabiduría que yo necesitaba a la MATER y ella a MI. Como lo dije en mi presentación en el encuentro "vine a encontrar la GRACIA tan lejos de mi ciudad natal", y esto se les agradece a Cristo a la MATER y a los MADRUGADORES. Por otro lado supe los nombres de varios madrugadores con quienes compartia y lo digo con orgullo2, ahora si los SÉ. Encuentros de esta forma, un dia, sirven para a los grandes hermanos en la Fé.
Por último, y no menos importante, agradecerle a Ud. por cada letra puesta para testimoniar los encuentros que tenemos cada sabado y que gracias aodemos leer los que por alguna razón no podemos asistir, permezca POR SIEMPRE en los MADRUGADORES DE ANTOFAGASTA.