domingo, 8 de julio de 2012

MADRUGADA PENDIENTE


Nuestra familia de “Madrugadores” de Antofagasta se vio incrementada este fin de semana por dos distinguidos nuevos madrugadores, Rodrigo y Paulo, uno de la Fuerza Aérea y otro, de la reserva del Ejército, lo cual nos alegra por su voluntad y deseos de participar de esta corriente de vida que crece lentamente en cada rincón, no solo de Chile sino que también en el mundo.
Es importante darnos cuenta la importancia de nuestras visitas quincenales  y periódicas al Santuario de Shoensttat,  sobretodo por que vamos descubriendo y encontrando en él el remanso tan necesario para la paz del alma. María Santísima, establecida allí como en tantos Santuarios del mundo, nos recibe y nos acoge dándonos la oportunidad de participar de todo un proceso, de tiempo indeterminado, en el cual cada cual vive y que, con el permiso de los estudiosos de la doctrina de Shoensttat, me permito personalmente llamar  el  de “los tres tiempos fundamentales”, necesarios  para el cambio y la conversión y que es tema bastante desarrollado y claro, especialmente por la permanentemente  orientación del Padre José Kentenich.
Para mi propio acervo y creencia, estimo que hay  un "primer tiempo", ofrecido por la Mater a  todos sus hijos, sin distinción de ninguna índole, sin necesidad de apariencias, ni bienes de ninguna especie, ni condición social, política, creencia ni nada que nos haga distintos de lo que realmente somos: humanos, pero que tienen la voluntad de someterse a esa acogida que generosamente se nos ofrece en ese lugar, donde se instala María, que con clara y consecuente convicción, inicia ese trabajo de artesano de la greda y  que es parte de su propia naturaleza de madre y de mujer: “acoger” a sus hijos, recibirlos con la alegría de que inician un camino de dificultades pero que, sometidos a la Santa  Voluntad de su amado Hijo, nos llevará pacientemente y con clara certeza, a un “segundo tiempo”, que es el de la “Transformación interior”. Sin duda que estos tiempos no son iguales para nadie. Muchos se sienten acogidos desde el momento que cruzan el umbral del Santuario Puerta del Cielo, ubicado directamente desde su entrada principal, en una proyección imaginaria hacia la ventana de la Portada de Antofagasta, habiendo querido los creadores de la iniciativa,  otorgar con ello una propia identidad nortina de alcanzar por esa misma puerta y ventana del mar del norte, ese mismo cielo que es el estado ideal de nuestro vuelo eterno.
Si bien los tiempos no son iguales para todos, el problema mayor lo representa el querer quedarse en ese “segundo tiempo”, en esa transformación que  en el tiempo nos obliga a lo que todo ser necesita para crecer: Educación permanente en la Mater, por que no es fácil aprender  ni siquiera con auto voluntad, todo lo contrario, es de exigencia urgente educarnos, y ello significa someternos a ser mejores en el corto paso de la vida,  y para ello María se nos ofrece como la gran educadora, y basta solo mirarla para darnos cuenta que es en realidad quien nos moldea para llevarnos al mejor estado de cualquier ideal, al encuentro directo con Cristo, Su Hijo, que es el fin último, por que sólo a través de Èl, se llega al padre. Tener o creer con soberbia que María no es necesaria para el camino a Dios,  es una falacia. No podemos pretender ser verdaderos seguidores si no tomamos para nuestra vida un modelo de humildad, de entrega de valor, de cariño, de sacrificio silencioso y anónimo y de verdadero sentido como lo es nuestra Santa María, tan vapuleada por las almas egoístas que  no comprenden que siendo ella la Madre de Jesús y Jesús nuestro hermano, nos une en una gran familia, que nos guía con su ejemplo al Reino. Por ello que  el “segundo tiempo” es largo, por que debemos caminar muchos kilómetros para entender la naturaleza de la vida de familia que nos ofrece Shoensttat y donde algunas personas se quedan indefectiblemente pegadas, y mueren en el intento,  en ese segundo tiempo.
Nosotros, como “Madrugadores”, hombres de sacrificio, de honor, de servicio, de compromiso, debemos educarnos cada día y al mismo tiempo hacer realidad el tercer tiempo, el más sacrificado, el  de mayor entrega, el de exigencia pura como lo es, al alero del Santuario, el “envío apostólico”, y para entender este tiempo, debemos asumir que después del primero y segundo tiempo, que permanece y nos reconforta cada vez que nos presentamos en ese santo lugar, debemos salir al mundo a Evangelizar, por que no hay otro envío auténtico que no sea éste,  el más importante para la vida del hombre: Evangelizar, es decir colaborar a Jesús mismo como sus apóstoles en la proyección de la Santa Palabra que nos libera, que nos entrega la fórmula perfecta del amor, que nos señala claramente que esa verdad nos “hará libres”, y entonces, sólo entonces, nos podremos dar ese lujo que significa caminar con la frente en alto, en medio de  las dificultades, en medio de las tormentas, en medio de los graves problemas del mundo, por que vamos con esa carta bajo la manga con esa marraqueta deliciosa y crujiente como la de nuestros desayunos, que nos otorga la tranquilidad de ser y sentirnos verdaderamente cristianos, seguidores de Jesús, hermanos de Cristo y educados permanentemente por María, que ha sido nuestra amiga, compañera y nuestro mejor ejemplo, es decir, ella es nuestro estandarte glorioso que guía las columnas de hombres y mujeres que van al encuentro del Señor en este mundo tan extraño, tan diferente e indiferente, de tan poco entendimiento para nuestra frágil y estrecha mente, y que no hemos podido comprender  porque todo lo que parece bueno, no lo es, todo lo que es ideal se destruye con la vida fácil, todos los valores del sacrificio heroico por la causa de Cristo fenece en el ofrecimiento fácil y mundano de los dioses terrenales que nos infectan, que nos envían virus de dudas a nuestras mentes, y que no podemos procesar en forma clara.
Esta madrugada, decía en el inicio,  fue de alegrías por nuestros nuevos hermanos; de reencuentro por la llegada de Claudio, amigo que vuelve con una grata noticia de que  ha reunido y conformado  un grupo de Madrugadores en San Carlos y que continuará acompañándonos, Dios mediante, conforme a sus nuevas expectativas de  trabajo en nuestro norte, siempre con esperanzas y con deseos de crecer y que pide humildemente, como ha sido siempre su característica, nuestra oración de acompañamiento.
En ese contexto debemos también pedir a Dios por las ausencias de algunos hermanos que no han podido asistir, especialmente de Sergio Carvajal  nuestro querido Diácono que nos ha acompañado tantas madrugadas y que hoy se encuentra afectado por sus horarios de trabajo. Saludamos también al Diácono José, que se ha radicado en el sur, extrañando su sonrisa,  su espíritu de alegría, su ser niño a los “titantos” y seguir con ese entusiasmo que lo caracteriza,  trabajando como obrero del señor, dispuesto a empuñar la pala y la escoba en un servicio diaconal que es solo eso, servicio. Pero Dios es bueno y Maria nos protege. Tenemos un nuevo amigo y hermano Diácono que ha participado de tantas madrugadas,  Luis Núñez, que poco a poco va integrándose y el que debiera entonces asumir en potestad y humildad el servicio a nuestro Capellán de mil batallas, que entrega su descanso de fin de semana, su legitima paz y tranquilidad  por que su servicio lo dedica a la Fuerza Aérea,  y renunciando a su descanso, por cierto impagable para nosotros y la comunidad de madrugadores, se viene desde altas horas de la madrugada con nuestros camaradas de la base aérea que nos entregan confianza, alegrías y valor, y nos acompañan en este camino que es tan simple pero que requiere de sacrificio y entrega.
No puedo dejar de reforzar las palabras de la homilia del Evangelio de nuestro Capellán, porque ello encierra el verdadero valor de todo lo que hacemos al alero del Santuario y son esas palabras que aún me resuenan en la mente y que son  para una larga reflexión : CRISTO NO ES NECESARIO, ES INDISPENSABLE.
No quiero tomarme las palabras de mi capellán por que en eso él fue bastante textual claro, preciso y conciso… pero ¿saben? Allí está la esencia de todo lo que queremos ser y vivir, encontrar a Cristo para vivir y hacer de Èl nuestra propia vida, por que  en realidad Cristo es tan grande y tan pequeño, tan real y cercano que para quienes le encuentran, sin duda que ya no es necesario, por que está vivo y comparte y se mueve entre nosotros. Entonces a  la luz de ser sus apóstoles y parte de Él, ya no resulta tan necesario porque en realidad en el camino de la vida caminando con el Señor y viviendo con el Señor en el alma,  Cristo pasa a ser indispensable, responsable de todos  nuestros actos de nuestra vida y de nuestras conductas, del cuestionamiento personal, por cuanto cada día que transcurre, nos damos cuenta que somos inmensamente pequeños, egoístas, rencorosos, chatos, y  es allí que se torna indispensable por que es la única forma de volver  a renacer, a crecer a fortalecer y a  vivir como debe ser.
Nos quedan muchas jornadas, debemos seguir asumiendo algunos el segundo tiempo en que vivimos pero tomando ya algunas decisiones del tercer tiempo, para Evangelizar con nuestra actitud los distintos lugares donde nos encontremos especialmente nuestras familias y pedir a la Mater que nos acompañe en este diario caminar  para que en los quince días siguientes nos acoga,  nos eduque y nos  envíe nuevamente.
Un abrazo a todos ustedes, un agradecimiento a Rodrigo que nos trajo generosamente un dulce para compartir el desayuno, pero en la más inmensa alegría por que  en nuestra Madrugada, Rodrigo, el joven, recibió a Jesús Sacramentado. Fue su primera comunión en el Santuario y eso nos llena de alegría, y por eso es que recibió nuestro generoso aplauso.
Nuestro amigo y hermano colombiano Javier, estuvo con nosotros  como siempre ofreciendo a la Mater sus sufrimientos interiores sin dejar jamás de sonreír, sin saber que el miércoles siguiente debía enfrentar la fría decisión de quienes imparten justicia en la soledad de sus escritorios sin medir personas solo situaciones. Al menos Pilatos se lavó las manos  de cara al pueblo,  y no  se hizo responsable de este acto vil, mientras los judíos aplaudían ante la imagen dolorosa de un Cristo azotado por la furia romana.
A la hora que escribo este reporte, aún viaja ansioso, rezando y pidiendo a Dios le pueda otorgar la paz y la alegría de reencontrarse con quienes ama, pero también con la clara esperanza que acá deja parte de sus corazón con familias que el acogieron con cariño, entre ellas Margarita, madre de nuestro joven madrugador Ismar Núñez y toda su familia, y un grupo de hermanos unidos por  los valores del  Ser Cristianos.
Ojalá nos ayuden en el sueño del retorno de javier, necesitamos sus firmas, sus contratos de trabajo, su manifestación personal de que es un hombre de bien, y si Dios y la  Mater lo permiten podremos seguir contando  con su humildad, su trabajo y su bondad, y su ejemplar demostración de ser un hombre de bien y de amar a Dios y su Santísima Madre y trabajar con ahinco por su familia.





































(Muchas Gracias y hasta la próxima si Dios quiere...)
Ojalá nos ayuden para el retorno de nuestro amigo Javier...

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