viernes, 17 de junio de 2011

VIGILIA DE PENTECOSTÉS

















Desde muy temprano, como corresponde al espíritu de los Madrugadores, nos encontramos un grupo de hermanos a trabajar para preparar con mucho cariño, la instalación de los maderos que formarían el fogón que nos traería, aparte de un agradable calor en medio del frío de la tarde, la más importante presencia espiritual en el Santuario de Maria: El Espíritu Santo.

Y en ese trabajo de amistad y cariño, que hicimos rápidamente en la mañana pudimos compartir una vez más, ofreciendo a Maria ese "Capital de Gracias", que sabemos se verá notablemente aumentado con los trabajos previstos para el 18 de Junio, y que tienen que ver con tareas de ornamentación y hasta movimiento de tierras, para el nuevo proyecto que la Familia de Shoenstatt se encuentra empeñada.

Lo que vino en la tarde y noche, fue solo oración, reflexión y esperar, en un espíritu de franca sencillez y austeridad, rodillas pegadas al suelo en nuestro Santuario, para orar, y pedir en las diferentes motivaciones de grupos de oración que tomaron con serio compromiso el compartir esta vigilia, esa ansiada necesidad interior de recibir al paráclito, para que pueda en nosotros regalarnos sus dones y crecer en el amor universal de quienes compartimos la fe, y por la fe y caridad propia de nuestra condición.

En el trabajo externo e inicial de la vigilia: Los Madrugadores. En el ornato y predisposición espiritual, fina y austera, llena de significado y sobretodo con gran compromiso de amor, las manos de Alejandra, que con su trabajo de hormiguita, sube, baja corre, saca la foto, prende la vela, alimenta el fogón que arde en la noche en la explanada del Santuario, que participa colaboradora y servicial con todos, y que ora con neustra misma intensidad y voluntad para pedir por ese Espíritu Santo qiue tanta falta nos hace para mejorar nuestras vidas.

He descubioerto poco a poco, como testimonio de vida personal, cómo la Santísima Mater va haciendo su obra en el interior de nuestras almas, y permitiéndonos hacer llegar a su propio hijo nuestras peticiones y dolores, hecho con humildad, con espiritu de oración y con sencillez, recibiendo la respuesta maravillosa que solo en el alma podemos sentir, por que nos va liberando de las pesadas cargas que cada uno lleva, y que, al fiunal de cuentas nos sonsumen y destruyen, nos enojan y detienen el desarrollo de nuestra vida espiritual. Pero el camino está alli, en el Cenáculo Puerta del Cielo, o en cualquier Santuario, donde orando al Santisimo expuesto, podemos canalizar directamente y por decirlo de alguna manera en vivo y en directo, nuestra necesaria comunicación con Dios, para pedir por la sanación de nuestra alma, y descubrir que en la misma hoguera en que arden los maderos, alli mismo se queman nuestros pesares y dolores, elevándose en el humo hacia los cielos, diluyéndose imperceptible y silencioso en el éter.

Es así el Espíritu Santo y es así la respuesta a la oración, tan necesaria-lo repito - para nuestra vida.

Las fotos que están en otras redes, las reinserto acá para que puedan disfrutarlas.

Gracias por leer la nota y apreciar las fotos.

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