sábado, 30 de diciembre de 2023

GRACIAS GERMÁN. DESCANSA EN PAZ

 


Haber estado todos juntos, unos físicamente y otros espiritualmente por tareas de trabajo  o temas de familia de estos agitados días de fin de año,  unidos a nuestro hermano GERMÁN ACIARES(Q.E.P.D.), no solo ayer  u hoy, sino en este largo proceso que se inició hace dos años con la muerte de su esposa Mónica Jofré,  nos ha permitido comprender que la “Madrugada” no es solo orar, pedir y rezar y “tomar desayuno” como algo “agregado” por inercia. Eso de ser Madrugadores y unirnos en las “duras” y en las “maduras”, (muerte o asado, ambas extremas pero unidas por la amistad), es parte esencial de la corriente de vida  que hemos decidido llevar y participar todos juntos,  con desaciertos, con afinidades y hasta grandes desacuerdos entre nosotros, pero que se pueden superar solamente con  esa virtud de la tolerancia, pero en esa ingrata  hora de la inevitable partida, deben quedar todas las diferencias olvidadas en el más cercano cesto de basura y  concurrir solamente con ese objetivo espiritual que nos une en torno a nuestra Madre María y a sus amado Hijo, nuestro hermano Jesús, y allí quizás podamos aprender con su ejemplo,  bondad y Misericordia, ser mejores en medio de los acontecimientos de la vida. No somos nada de “buenos”, pero tratamos de serlo;  todos tenemos nuestras trancas y complejos, de los buenos o de los malos,  pero  hemos estado unidos en el dolor, en la  dificultad y también en la alegrías que son casi siempre lo mejor de nuestros encuentros.

            Tengo grabados correos y mensajes con Germán, en los que siempre pidió humildemente oración, compartiendo  sus dudas, inquietudes, dolores y sufrimiento, pero  nunca estuvo solo, en todo instante rezamos en cadena por él, y debemos estar en absoluta  PAZ, que es la misma paz que él vive en estos momentos en este tránsito hacia el Señor de la Creación, y sabemos que él fue un hombre dedicado y entregado a la Iglesia,  Mariano por excelencia, se llenaba de emoción y orgullo en esas Madrugadas que llegaba con sus atuendos de “guerrero”,  polerón y gorro y ese deseo de estar allí, era su mejor inicio de jornada temprana y nos demostró humildad, mucha capacidad de oración y en ese sentido  doblaba sus rodillas con generosidad y nos daba ese ejemplo de confianza  en la presencia del Señor en cada Eucaristía.

            Aprendimos mucho de Germán, era  auténtico,  expresaba lo que sentía con su rostro y serenidad. Estaba compungido, triste y adolorido con la muerte de su esposa, comenzó a bajar de peso, estaba muy afectado por la partida de Mónica  y  estuvimos acompañándole en esas circunstancias, cantando, orando y compartiendo la vida y la dolorosa despedida y  apoyándolo en la situación más dolorosa que pueda vivir un hombre.

            Hoy, hablando con los hijos, tratando de darles una palabra de aliento y decirles que  de verdad debían estar en paz por que el "chinito" o el "peladito" como le decían sus amigos más cercanos, definitivamente  estaba sufriendo emocionalmente por su enfermedad y  a pesar de querer vivir y querer salir  la voluntad del Señor marcó otro camino recibiendo ellos con resignación  ese designio del Padre Celestial.

            Gracias, muchas gracias a todos los que pudieron asistir, pero también gracias a todos los que rezaron siempre en nuestras cadenas de oraciones,  a Dagoberto que en los peores momentos de la salud quebrantada de Germán, lo traía en su vehículo a rezar en tardes interminables al Santuario. Gracias Dagoberto por ser el amigo sincero y leal, que estuvo también muchas tardes rezando en la casa del enfermo, a su lado y en  las oraciones  en el Santuario, en esas horas quietas que casi siempre está vacío, pero que se llenaba de esperanzas y  vivían momentos de tanta intimidad con la Madre del Señor y su amado hijo  a través de la resignada y piadosa oración.

            Germán estuvo siempre apegado a la Madre María, como esa madre que ama a sus hijos y  entregado humildemente  a la santa voluntad de Dios.

            En su última fotografía que nos enviara su hija,  se veía demacrado, triste. Le envié, a nombre de todos nosotros, un mensaje de ¡¡Animo Germán!!, te necesitamos. Él lo leyó y sonrió pero la hija contestó por él y nos dijo a todos ¡¡GRACIAS”” porque sabía que estábamos allí junto al Señor y a sus ilusiones de seguir la vida.

             Anoche  tuvimos una pequeña, simple pero significativa liturgia, teníamos poco tiempo, venia el sacerdote a oficiar un acto espiritual importante, pero allí estuvimos un grupo de hombres solidarios, representando a todo el Grupo de Madrugadores, cantando y  partimos nuestro homenaje con lo que nos une cada 15 días el “Himno de los Madrugadores”, y en sencillas palabras, Carlitos Flores, Pedro Osses y el canto mágico de Alex y su hijo y quienes les hicimos compañía, nos  dimos un gran abrazo de paz,  en torno a Germán, lo que unió  a la familia y rompió ese hielo natural  que se produce en estas dolorosas circunstancias en que es necesario inyectar la fe del Señor  en medio del dolor.

            Cuando ustedes se fueron,  quedamos allí y mucha gente quiso expresar lo hermoso de ese momento vivido que fue de todos nosotros como regalo a nuestro querido Germán, sus hijos, Germán y Carla,  expresaron su gratitud  y sus palabras y  llanto fueron de congoja pero también de alegrías.

             Hoy fue la Misa final de despedida.

            No puedo dejar de nombrar la dedicación y entrega del Sacerdote, que sembró de pétalos de flores la entrada del templo, en ese pasillo que va hacia el altar y nos hizo vivir una ceremonia Litúrgica llena de signos y gestos de amor que son dignos de rescatar.

            Algún Madrugador se vio acompañado de su esposa, David y Gabriela,  y eso nos obliga también a entender que si bien nuestras Madrugadas son exclusivas de varones, nuestras esposas se involucran pues saben que estamos allí bajo el alero de María creciendo, entregando, sufriendo y apoyando y siendo humildes y serviciales como José,  ese padre adoptivo de Jesús que nos regaló esa entereza de hombres de bien.

            Nunca dejemos de ser constantes como Germán, que en los días de Semana Santa del año pasado, venía  entusiasmado después de su jornada laboral,  y  traía de regalo cancioneros para que pudiéramos orar cantando en esos trayectos propios del “Vía Crucis” apoyando  y mostrando las letras y cantando a nuestro  lado con mucha fuerza y afinación.

            Era comprometido con la acción de Madrugador servicial y generoso. En su comunidad las señoras y varones comentaban su  alegría de ir a misa con polerón de Madrugador los domingos.

             Cuántas veces nos leyó las lecturas bíblicas. Cuántas veces estuvo transportando la Madre del Señor en esas procesiones del Santuario. Tenía esa sonrisa oculta, quizás su mirada le daba ese carisma de esta siempre en paz, y aprendimos de él su servicio y su  capacidad espiritual de sentirse   muy comprometido en la Eucaristía. Se inclinaba y rezaba y sentía la presencia del Señor en su corazón, cosa que no a todos nos ocurre, pues él era hombre de fe y entrega absoluta.

            Aprendamos de Germán él fue una buena persona.

             Gracias Germán, pero también gracias a Dagoberto, Pedro, Carlitos, los “Luis”, Juan, David,  y todos los que estuvieron y están. Gracias  a los que siempre en el silencio, por temas de trabajo no pueden estar presentes pero se esfuerzan, rezan y aportan  anónimamente para representar, en una humilde corona, todo nuestro cariño al hermano que se ha ido.

            Muchas gracias.

            Mañana es el último día de este año 2023, comienza toda una nueva etapa, nuevos desafíos, nuevos sueños, nuevas posibilidades y también  será, al amanecer del día 1, el primer día del resto de nuestras vidas, y no sabemos qué nos depara el Señor en sus insondables caminos.

             Germán y familia,  les estrechan en un abrazo de gratitud  por su generosidad.

            Gracias amigo  por haber sido un hombre de bien, que también peregrinó con la Madre a su hogar en medio de muchas dificultades. Gracias por haber sido un hombre de bien que nos amó, que dio también todo su ser por ese lugar santo del Santuario donde tratamos de vivir nuestra fe pese a nuestras debilidades humanas, y muchas gracias a todos ustedes por su compromiso y lealtad.

            Descansa en Paz estimado hermano Madrugador y te recordaremos siempre.

            Tus hermanos “Madrugadores”

 

            Antofagasta, 30 de Diciembre de 2023.

 













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