sábado, 8 de junio de 2013

Madrugada 1 de Junio

Nuestra madrugada fue bastante diferente, no en espiritualidad, compromiso  u oración, sino más bien  con una sensación de vacío, por la ausencia de nuestro capellán  y asesor espiritual, que lamentablemente  por esos días, se encontraba aquejado de una dolencia física, por lo cual debió cumplir con un reposo médico absoluto.  Sin embargo su ausencia física, fue solo eso, por que en verdad estuvo presente en toda la madrugada, por que ofrecimos todas nuestras oraciones,  desde el Rosario del Alba  hasta las últimas plegarias, por su pronta recuperación, respetando absolutamente y en silencio su  reposo y descanso, y sabiendo además que era muy necesario, sin considerar que debió  seguir cumpliendo tareas paralelas  que lo llevaron a compartir algunas instancias  en el Cursillo de Cristiandad de damas, y  cumpliendo puntualmente el domingo  2 de junio con la Misa de los Madrugadores, donde ofició con evidentes muestras de dolor a su columna. La Misa fue también un momento de intensa oración y entrega.
Ante este evidente ejemplo de servicio y humildad de nuestro capellán, debemos reconocer en él, un gran hombre  de sencillez extrema, consagrado al Señor. De gran vitalidad y fuerza pastoral constituyéndose en un gran ejemplo. En la figura del Padre Hugo, en su humildad característica y en su locuacidad  Evangélica y acertada, vemos la presencia de tantos sacerdotes que luchan incansables en un mundo de tanta indiferencia por hacer “Vida” la palabra del Señor y compartir el Evangelio en el  largo camino a la Santidad del día a día, acompañando espiritualmente no solamente a “su” comunidad, sino que extendiendo su voluntad y espíritu de servicio a muchas comunidades e instancias de crecimiento de la fe. Es bueno reconocer y entender que sin su trabajo, quedaríamos muchos fieles a la deriva, buscando la mejor forma de vivir nuestra vida de amor a Dios, pero ausentes de lo que las manos consagradas de los sacerdotes nos permiten vivir y compartir: La Santa Eucaristía.
Fue nuestra madrugada de oración por el Padre y por las necesidades de cada uno de nosotros; oramos por el  éxito de la colecta “María Ayuda”, que se inició el viernes 1 de Junio en la mañana, y donde tuvimos, junto a muchas voluntarias(os), la oportunidad de compartir y  que me permito  difundir en este blog, no para  la figuración de quienes estamos retratados allí, sino para que en otras oportunidades futuras, se entusiasmen y cooperen a la obra de María Ayuda, donde la Mater también  está presente y donde trabajan con entusiasmo miembros de la familia de Shoenstatt, no solamente en Antofagasta, sino que en todo Chile.
Agradecemos desde esta página a Rodrigo y Leticia, quienes nos motivaron a coopera y que estuvieron liderando esta colecta y en la cual pudimos, anmbre de los Madrugadores,   gratamente servir.
Gracias  a Dios por tantas oportunidades que nos regala, y los que no estuvieron presentes por  sus compromisos familiares y  laborales,  sabemos que en el fondo de su corazón tuvieron la buena intención, y eso es lo que tiene gran valor: la voluntad de estar dispuestos siempre a servir.
Como Madrugadores, hemos asumido en conjunto un nuevo desafío: Atendiendo la cordial invitación que nos hiciera el Padre Galo, Capellán de la Capilla Militar,  concurriremos a  una Madrugada Especial a ese sagrado recinto, para compartir junto a los hermanos de ese sector y comunidad, una madrugada de oración tradicional, por lo que necesitamos difundir en la comunidad de la Capilla Militar, nuestra presencia y entusiasmar a los más remolones, o  aquellos que por la distancia no pueden concurrir al Santuario  a compartir nuestras madrugadas.
Nos hemos comprometido para asistir puntualmente a esta actividad, llevando las “Gracias” de la Mater a través de la imagen auxiliar de la Campaña de la Virgen Peregrina, para que sea ella la que presida en ese recinto Mariano de culto a  la Virgen del Carmen,  y nos permita ese regalo  de encontrar nuevas fuentes de enriquecimiento  espiritual de los varones, que en el mundo de hoy se hace tan necesario conquistar, en beneficio de sus hogares, familias y constante crecimiento espiritual.
Pedimos desde ya a nuestra Santa Madre nos apoye en este envío,  y podamos compartir esta instancia de oración con nuestros hermanos, y si Dios así lo quiere, fundar una nueva comunidad de la Capilla Militar, continuando nosotros con nuestro apostolado en el Santuario y compartiendo, al menos una vez cada dos meses,  madrugadas masivas  para estrecharnos en un abrazo de  hermandad  fraterna y cariñosa en torno a la Mater.
Seguimos rogando por la salud de nuestro capellán Hugo Cuevas y pedimos también por el Padre Galo Morrinson, que  tiene una gran tarea que cumplir en ese sector, a veces inhóspito y de tanta dificultad, pero que con la presencia de Jesús en su propia vida y ejemplo,  no cabe duda que  irá poco a poco entusiasmando a esa comunidad para Cristo. Nuestros sacerdotes merecen todo nuestro apoyo, oración y definitivamente  demostrarles que los queremos, cuidamos y protegemos. Son humanos, “consagrados”, pero viven con doble intensidad  los ataques del demonio, por eso debemos estar siempre con ellos y ayudarles en sus humildes tareas.

Esperamos con ansias un nuevo Encuentro. Un abrazo a todos.













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