sábado, 9 de abril de 2011

¡¡ QUE BIEN NOS HACE ACERCARNOS AL SEÑOR!!









¡¡ Qué bueno es acercarse al Señor!!

Cada día se torna una inmensa necesidad, descubrir las respuestas a las tantas dificultades que se nos presentan en la vida, y al tener la voluntad de acercarse al Señor, vamos descubriendo las buenas nuevas que renuevan también el compromiso del alma para seguir caminando, a pesar de los problemas, en busca de lo que más anhela el hombre: su transformación interior, la que lo lleva a gozar del más preciado tesoro entregado por Cristo, cuando nos dice:"Mi paz os dejo mi paz os doy".

La voluntad, obedece al deseo. Si no hay deseo, la voluntad nos vence. Por eso que resulta significativo sacrificar horas del descanso para madrugar, levantarse más temprano incluso que en las obligaciones laborales de la semana, para acercarse al lugar de Gracias espirituales que nos regala el Santuario de la Mater, para vivir en el silencio o la alegría, en el recogimiento interior o en la explosión de las emociones del sano y buen humor , una jornada más de oración, de canto y reflexión. Todo ello es prueba fehaciente y verdadera que tenemos la voluntad. Y la voluntad es también la fuerza necesaria para el cambio.

El cambio es la dinámica de la vida. Cada día es nuevo, cada día con su propio afán y cada voluntad expresada en sacrificio nos lleva a un cambio. Tal vez no sea necesario querer cambiar al mundo si no cambiamos nosotros primero. Por ello que la Mater nos invita y nos acoge para transformarnos, en el interior de nuestro ser. Seguiremos gordos, flacos, jóvenes o viejos, altos o pequeños, canosos o con barbas, seguiremos siempre iguales por que así nacimos, con esas características físicas heredadas o adquiridas, da lo mismo, pero lo que va en el interior, en eso que llamamos espíritu en eso que es intangible, el alma, allí se va sembrando esa semilla del cambio, que es la muestra verdadera de que Dios actúa en el corazón del hombre. Cuando hay amistad pura, compartida, sincera, sin intereses, sin cuestionamientos, sin prejuicios, aflora el amor como respuesta a la necesidad de compartir, es esa virtud la que nos permite con un corazón limpio, estrecharnos como hermanos y sentir que Dios nos hace mejores, por que también tenemos la voluntad de vencer y de mejorar nuestras humanas debilidades.

Hoy día rezamos, cantamos, alabamos y adoramos a Dios y consagramos nuestro dia y nuestra semana a la Mater a través de la oración de consagración. ¡Qué bueno y hermoso resulta estar allí! Llegar muy temprano y divisar una tenue luz en el Santuario, para acercarse silenciosamente, con respeto, en una oscuridad casi invernal, con un cielo oscuro por las nubes, y encontrar en ese halo de luz a un hermano, Jorge, de rodillas pidiendo a Dios por sus propias intenciones. El hombre que inclina la cerviz y dobla la rodilla, recibe desde lo alto la cura para sanar el alma. Luego de llegar, estrechar a quienes no conocemos, preguntar el nombre a aquel que obviamos la semana pasada y descubrir que también es Jorge, y tratar de grabarse los nombres en la mente para no confundirnos mientras esperamos afanosos la llegada de Sergio, tan necesario para nuestras reflexiones descubriendo en el intertanto a Juan Moyano, "El viejo" según él, pero que con su actitud nos demuestra poseer un puro amor de niño a Dios, y cuya alegría, sencillez y bondad afloran por sus poros, sobretodo en la gratitud que siente cada dia de vivir y de alabar, de decir que el Señor ha extendido su mano personal, para arrastrarnos al Santuario dándonos la fuerza necesaria para comenzar allí una nueva mañana.

Encontrar a Luis, un hermano extranjero, que también tiene algo que decir y algo que aportar, que también abriga esperanzas de ser un mejor ciudadano, viviendo en tierra extraña y tratando de integrarse a una sociedad que a veces discrimina, pero que a los ojos de Dios y de Maria es muy bienvenido a nuestra casa. Encontrar a Alejandro hijo, que agradecido de las bondades de la Mater llega como representante de su padre, Alejandro Asalgado, que se encuentra en Santiago recién operado (y por el cual hemos ofrecido nuestras diarias oraciones), es una demostración de gratitud, de humildad y de fe, gratificante para todos. Orar por nuestros enfermos y pedir en el silencio también de mi alma por Diego, que también pasa por un mal momento y que está viviendo los dolores de la Pasión de Cristo. Pedir por la esposa de nuestro hermano Carlos López, Sarita Aliaga, pasa también por un delicado estado de salud pero que aceptan humildemente con la paz y tranquilidad de quienes sirven a Cristo. Pedir por todos los que no pudieron asistir, por aquellos impedidos de salud, por los presentes y los asusentes y por los Madrugadores de todo Chile.

Gracias Señor por traernos aqui, gracias a los nuevos hermanos que nos otorgan fuerzas y entusiasmo, para seguir creciendo en la fe, construyendo un hermoso cielo aqui en la tierra, tratando en todo de ser merecedores a la confianza de Jesús.

Gracias por quien se preocupó de levantarse más temprano para traernos el humilde pan como ofrenda de amistad, y compartir en un sencillo desayuno, los valores que nos unen como personas, como cristianos y como soñadores que blanden sus espadas de oración, para construir un mundo mejor.

Gracias Señor por este día. Danos otros y muchos más.

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